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V Misión sanitaria a País Bassari (Senegal)

V Misión sanitaria a País Bassari (Senegal)
Grupo de voluntarios en el dispensario de Dindefelo
Grupo de voluntarios en el dispensario de Dindefelo
Grupo de voluntarios en el dispensario de Dindefelo
Grupo de voluntarios en el dispensario de Dindefelo

Y ya llegó el día tan esperado, me encuentro sentada en el avión con destino Dakar y con escala en Casablanca para pisar por primera vez el continente africano. Me dirijo al África subsahariana con la maleta llena de ilusión y compromiso, con la inocencia de la primera vez… Yo voy desde Gran Canaria, pero hay voluntarios de todas partes de España.

Desde hace unos cuantos meses que estoy enrolada en la aventura de preparar la V Misión sanitaria a País Bassari que cada año organiza África Sawabona. Esta pequeña ONG está formada por un grupo de voluntarios que destinan su tiempo libre, sin contraprestación alguna, a mejorar las condiciones de vida de una comunidad rural del sur de Senegal.

Sawabona es un saludo utilizado en el sur de África que significa: «Yo te respeto, yo te valoro, tú eres importante para mí», y ese es el sentimiento que los fundadores de la ONG tienen y nos trasmiten a los voluntarios hacia los africanos.

Desde nuestros diferentes lugares de procedencia y trabajo se han hecho campañas para recaudar fondos para esta misión a través de conciertos benéficos, huchas solidarias, helpfreely y un crowdfunding a través de migranodearena.org. Gracias al esfuerzo de todas las personas anónimas que han participado, se han podido conseguir mayores recursos que nos permiten, por ejemplo, llevar medicamentos y material sanitario. También gran parte de la medicación recibida fue a través de la Fundación Cofares, que por tercer año consecutivo participa para que esta misión sea posible.

En la jornada preparatoria, previa a la misión sanitaria que íbamos a realizar en Senegal, nos explicaron la importancia de todos los equipos y de cómo se iba a trabajar en el terreno: «Las consultas médicas serán el corazón de la misión pero sin duda, el pulmón estará en la farmacia, su trabajo es fundamental para el buen desarrollo de la misión». Con esas palabras y esa buena sensación me volví deseando que llegara la fecha.

El equipo estaría compuesto por diferentes profesionales sanitarios (médicos especialistas, enfermeras, farmacéuticas, odontóloga), del campo de la formación y de la comunicación; con representación de muchas partes de España (Tarragona, Madrid, Cuenca, Málaga, Gran Canaria…) y con un amplio rango de edad, algo que sin duda enriqueció al grupo.

Desde el aeropuerto de Dakar partimos en una guagua hacia Kedougou, 16 horas de viaje en las que conocerse mejor entre compañeros y guías que nos acompañan y nos facilitarán la tarea como traductores. Hicimos noche y al día siguiente partimos repartidos en dos 4×4 hacia el distrito de Dindefelo (en el dispensario dónde íbamos a llevar a cabo nuestra labor).

La bienvenida fue asombrosa, todos nos esperaban con los brazos abiertos cantando y bailando al son del ritmo del djembe. Este gesto fue muy emotivo ya que nos auguraba un buen comienzo y una acogida que con el transcurso del tiempo allí se haría cada vez más patente.

Los 12 días de Mision Sanitaria permiten a la ONG llevar a cabo, entre otras muchas actividades, la atención sanitaria de la población, la formación del personal local, la recogida de datos y la evaluación de los proyectos puestos en marcha.

Cada día llegaban a las consultas pacientes de diferentes poblados, en primer lugar las enfermeras realizaban el triaje, y después los enfermos eran enviados a las diferentes consultas. Tras su revisión, se dirigían a la farmacia para dispensarles los tratamientos médicos necesarios. Todo ello de manera completamente gratuita.

El equipo de la farmacia, con los traductores
El equipo de la farmacia, con los traductores

En el caso de la farmacia, lugar en el que yo trabajé, hubo un esfuerzo previo para inventariar, clasificar y ordenar toda la medicación, de cara a que en el terreno fuera más fácil de dispensar y registrar debido al gran volumen.

Las consultas no sólo se realizaron en el único dispensario de la zona, el de Dindefelo, parte del equipo se desplazó hasta 5 poblados como Yamoussa, Afia…, y a zonas de difícil acceso (algunos de ellos en la montaña) para poder atender a las personas para las que resultaba complejo trasladarse hasta el centro de salud y seguir ampliando los datos acerca de las necesidades de la comunidad.

África Sawabona apuesta por la formación como herramienta de desarrollo y por ello, años tras año, realizan un programa para formar al personal sanitario local. En esta ocasión varios voluntarios realizaron talleres para los agentes de salud del Gobierno de Senegal sobre malaria, primeros auxilios e higiene y nutrición, así como para las ayudantes de matrona de las distintas aldeas.

Esta capacitación permite llevar a cabo una formación en cascada puesto que a través de los agentes de salud y matronas, la información llega a la propia comunidad.

Dentro del programa odontológico, una dentista organizó para los pequeños del pueblo de Yamoussa una jornada de prevención y salud buco dental.

Todas estas formaciones sin duda, eran fundamentales para el desarrollo en la cooperación que se quería llevar a cabo en el terreno.

País Bassari, más concretamente Dindefelo, es una zona rural situada cerca de la frontera con Guinea Conakry, rodeada por la montaña. Allí viven sin red eléctrica ni agua corriente, a más de 740 km de la capital, Dakar. Pero con una vida, convivencia, costumbres que compartieron con nosotros, abriéndonos las puertas de su casa, comiendo su comida (principalmente a base de arroz, foño…). Estábamos alejados, pero en la desconexión pudimos conectar con ellos y entre nosotros mismos. Allí tuve la oportunidad de ver un cielo único, limpio y estrellado.

Me quedo personalmente con la sonrisa de adultos, ancianos y niños. Vernos allí a un tubáb (blanco) y con la bata blanca, no es de gusto para nadie, pero con paciencia y devolviéndoles una sonrisa, el gesto cambiaba.

El continuo yarama (gracias) por haber venido aquí, estaban muy agradecidos con todos nosotros. Fue una sensación inolvidable la de aportar nuestro pequeño granito de arena, ya que se logró hacer realidad un Derecho universal, dando asistencia sanitaria y tratamiento médico gratuito necesario a los más de 1200 pacientes que por el dispensario pasaron.

Como dice el lema de África Sawabona: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. Y con esta idea, ya se está poniendo en marcha la VI Misión Sanitaria a País Bassari.

Una experiencia que sin duda marcará el rumbo de mi vida.

Silvia Afonso Trujillo (Las Palmas de Gran Canaria, 1989), es licenciada en Farmacia por la Universidad de Granada. Actualmente, trabaja como farmacéutica comunitaria en una oficina de farmacia de Las Palmas y está finalizando el grado en Nutrición y Dietética por la Universidad Fernando Pessoa.

 

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