Las estafas románticas en línea: quiénes son los delincuentes de Nigeria y Ghana, cómo operan y por qué

Las estafas románticas en línea: quiénes son los delincuentes de Nigeria y Ghana, cómo operan y por qué
Imagen: © Cliff Hang en Pixabay

La gente encuentra el amor de distintas maneras y a través de diferentes medios. Las plataformas en línea se han convertido en lugares de encuentro habituales para las personas que buscan pareja, lo que las convierte en el blanco perfecto de los ciberdelincuentes.

Las estafas románticas en línea se han vuelto un fenómeno mundial. Según la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos, en 2022 las estafas amorosas supusieron pérdidas de más de mil millones de dólares para unos 24 000 estadounidenses.

En el continente africano, Nigeria y Ghana se han convertido en los núcleos de origen de los fraudes por Internet. El grupo Yahoo Boys, que actúa en Nigeria, y los Sakawa Boys, que operan en Ghana, tienen fama de participar en varias actividades fraudulentas, incluidas las estafas amorosas en línea.

Durante la última década, he investigado la ciberdelincuencia y la criminología, centrándome en los defraudadores en línea de África occidental. Las noticias sobre las estafas románticas suelen centrarse en los testimonios de las víctimas o en titulares sensacionalistas, por lo que no se profundiza en gran medida en la investigación sobre los delincuentes.

En un artículo reciente, estudié los expedientes judiciales de 50 personas condenadas por estafas románticas en línea en Nigeria. Y otro estudio de investigación que dirigí consistió en entrevistas con delincuentes activos en Ghana. En lugar de basarse únicamente en relatos incompletos de los medios de comunicación, ambos trabajos de investigación ofrecen un entendimiento sólido y basado en la evidencia sobre los factores culturales, económicos e históricos que motivan el comportamiento de los ciberdelincuentes.

Mis hallazgos en ambos estudios mostraron que los autores de estafas románticas suelen hacerse pasar por personas blancas y se dirigen principalmente a las sociedades occidentales. Además, muchos de ellos consideraban sus acciones como un deber cívico al plantearse los fraudes como una forma de recuperar la riqueza que creían que les fue arrebatada injustamente durante el régimen colonial. Asimismo, en el estudio de los expedientes judiciales de los defraudadores nigerianos descubrí que muchos eran motivados por «necesidades socioeconómicas».

Mis conclusiones permiten conocer mejor las tácticas y motivaciones de los delincuentes, por lo que podrían resultar útiles para las autoridades policiales que desarrollan intervenciones específicas, así como para los legisladores que desean elaborar estrategias con conocimiento de causa.

Quiénes, dónde, cómo y cuándo

En este artículo se utilizan indistintivamente «estafa» y «fraude», así como «estafador» y «defraudador». Los medios, las instituciones financieras y el público general normalmente emplean «estafa» y «estafador». Sin embargo, los investigadores suelen preferir los términos «fraude» y «defraudador» para enfatizar la gravedad de estos delitos, como se indica en mi trabajo.

Examiné los expedientes de 50 sujetos condenados por estafa romántica en Nigeria tras los procesos judiciales por parte de la Comisión de Delitos Económicos y Financieros de Nigeria. En otro estudio, realicé entrevistas con delincuentes activos de fraudes románticos en Ghana.

Mi decisión de centrarme en Nigeria y en Ghana se basó en los hallazgos de investigaciones previas. Por ejemplo, fui coautor de un artículo en el que se revisaron 21 años de estudios empíricos (2000-2021) y en el que descubrimos que muchos estafadores de África occidental se dirigían principalmente a individuos de Occidente. Otro estudio de investigación que dirigí mostró cómo las canciones de los artistas nigerianos idealizaban las acciones de los estafadores y resaltaban su preferencia por las víctimas occidentales.

Del mismo modo, el estudio de los expedientes judiciales de Nigeria reveló que más de la mitad de las víctimas de estafas románticas (el 56 %) se encontraban en EE. UU. Además, mis entrevistas con los delincuentes de Ghana mostraron que los estafadores románticos veían sus acciones como «una venganza legítima por la injusticia colonial». Estos estafadores operan en un contexto histórico en el que los relatos de la opresión colonial influyen en sus motivaciones y en sus actitudes sociales hacia la ciberdelincuencia.

El perfil de un defraudador en línea

El análisis de los expedientes de los 50 estafadores románticos reveló patrones en los perfiles y estrategias de los delincuentes. La mayoría eran jóvenes: el 81,7 % era menor de 26 años. Y casi el 60 % prefería usar un iPhone para cometer los delitos. Con respecto a su ocupación, el 74 % eran estudiantes universitarios.

Asimismo, los delincuentes elaboraban sus perfiles en línea con detalle. Casi la mitad de ellos (el 46 %) se hacían pasar por hombres estadounidenses blancos, el 12 % por militares y el 10 % por hombres blancos europeos.

Las víctimas que elegían eran, en su mayoría, mujeres: el 70 % de los delincuentes estafaba principalmente a mujeres, el 14 % a hombres, el 10 % a ambos géneros y el 6 % restante no especificó el género de la víctima.

Facebook, presente en el 46 % de los expedientes nigerianos, fue la plataforma más utilizada.

Algunos de los estafadores ghaneses indicaron que veían sus delitos como acciones que contribuían a una causa mayor. Esta incluía la lealtad a sus comunidades o la búsqueda de la justicia económica. Describían sus estafas como esfuerzos por recuperar la riqueza de las naciones que históricamente explotaban sus regiones.

Los legisladores y las autoridades policiales pueden emplear estos hallazgos para desarrollar estrategias de prevención y medidas de intervención más eficaces.

Artículo redactado por Suleman Lazarus, publicado originalmente en inglés por The Conversation y traducido al español en colaboración con Casa África por Marta Suárez López.

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