Cierto es que no es el único, ni siquiera el primero. Antes que él, otros músicos de África aceptaron ocupar un cargo público para potenciar la buena gestión y aprovechar la fama internacional para lograr una mayor proyección exterior de sus países. Pero la llegada del cantante y compositor senegalés Youssou N´Dour al Ministerio de Turismo y Cultura, como integrante del nuevo equipo que dirigirá el presidente Macky Sall, se antoja una conquista fundamental para el futuro de Senegal. Atrás quedan doce años de gestión opaca, de excesivo culto a la persona, en la época del saliente Abdoulaye Wade, cuya penúltima maniobra fue arreglar que la candidatura presidencial de Youssou N´Dour fuera anulada por falta de apoyo social. Ahora, aquel chico de la Medina, el barrio de la gente humilde en el que nació en Dakar, será la cara pública de la cultura senegalesa y, quién sabe, quizá un futuro aspirante a la presidencia del país.
Youssou N´Dour (Dakar, 1959) es, sin duda, la cara más conocida de la música de Senegal. Y de su carrera de amplio recorrido se pueden extraer algunas conclusiones: que es posible hacer música en África y trascender las fronteras del continente, que se puede estar presente en los mercados internacionales de la música pop y continuar viviendo en Dakar y, por supuesto, mostrar a los africanos más jóvenes que sí, que se puede confiar en el desarrollo inmediato de África. Sólo hay que poner todas las energías en esta meta, como ahora demuestran personalidades de la música como el cantante caboverdiano Mário Lúcio, ministro de Cultura en el país insular. Y apostar por seguir viviendo en África, sin caer en la tentación de la emigración o el exilio. “Nunca me planteé esa alternativa, nunca he pensado en esa opción de emigrar”, explicó Youssou N´Dour en una entrevista que concedió a este cronista, realizada en julio de 2010 en el festival La Mar de Músicas, en Cartagena (España), publicada en el diario digital GuinGuinBali. “En primer lugar, porque Senegal es importante para mi música y, segundo, porque en mi país tenemos aeropuertos, así que cuando tengo necesidad de viajar voy y me subo a un avión. Desde Dakar puedo salir adonde quiera, y allí están mi familia, mis amigos, y hay muchas cosas que hacer detrás de la música. Vivir con mi gente es lo más importante. Irme a Europa o a América no sería una buena decisión; al revés, más bien dificultaría mi manera de vivir y mi forma de ser”, señaló el cantante africano.
[quote]Y la forma de ser de Youssou N´Dour, persona antes que músico, retrata a un hombre orgulloso de su país y de su continente. [/quote]
Orgulloso de las ancestrales raíces culturales que pasea por el mundo a ritmo de mbalax, el contagioso pop senegalés que desde finales de los años 80 desbancó a la popular pachanga afro-latina en el mercado musical del oeste de África. En una carrera artística que empezó a mediados de los años 70 cuando se enroló en la Star Band de Dakar, conjunto puntero de la escena senegalesa desde su creación en 1960 al calor de la independencia del país, antigua colonia francesa. A final de aquella década, confirmada ya la desbandada de la Star Band, cuyos músicos crearon luego la Orchestra Baobab, Youssou N´Dour creó el conjunto Êtoile de Dakar, sus compañeros de viaje desde entonces. Entre sus socios se encuentran tres músicos esenciales para describir la evolución contemporánea de la música en Senegal: el guitarrista Jimi Mbaye, el bajista Habib Faye y el percusionista Assane Thiam, responsable del contagioso tama, también denominado tambor de axila o tambor parlante. Sin duda, la seña de identidad del sonido mbalax.
La evolución más reciente de Youssou N´Dour ha trascendido con creces la escena musical de África. Colaborador de Peter Gabriel, Paul Simon, Ryuichi Sakamoto y Neneh Cherry, el cantante senegalés se ha convertido también en un importante hombre de negocios. En la actualidad, en Dakar posee un diario (L’Observateur) y la televisión TFM, también la emisora Radio Future Medias, la discográfica Jololi y el club Thiossane. En el campo de acción social, Youssou N´Dour ha participado en la creación de organizaciones no gubernamentales de apoyo ciudadano como Birima, creada para el fomento de microcréditos al desarrollo de pequeñas iniciativas empresariales. No es de extrañar, pues, que Folk roots, la influyente revista británica de músicas étnicas, lo haya elegido como el artista africano más importante del siglo; y que la Universidad de Yale le otorgara el año pasado el doctorado honoris causa por toda su trayectoria.
En una nueva entrega de Semilla Negra, el programa musical del Blog África Vive, vamos a repasar la carrera musical de Youssou N´Dour. Desde sus inicios en la Star Band de Dakar a su presencia internacional en el nuevo siglo. Arrancamos esta selección con dos canciones clásicas de su repertorio desde su grabación en la década de los años 70. También de aquellos años junto a la Star Band suenan las canciones Solla, Gualletana y La última rumba, tres testimonios sonoros del último periodo de éxito de los ritmos afrocubanos en Senegal. En el siguiente tramo sonoro, registrado a principios de los años 80, disfrutamos de la voz de oro líquido de Youssou N´Dour al frente de la Super Êtoile de Dakar, conjunto que ha gozado de tres décadas de esplendor y fama bien merecida gracias a su habitual despliegue escénico (más de una veintena de músicos y bailarines para tres horas, o más, de música en concierto). En el apartado de sociedades musicales rescatamos el dúo que Youssou N´Dour grabó con su compatriota Omar Pène, otra figura esencial de la música senegalesa al frente de la Super Diamono de Dakar; la canción Amitie, interpretada junto a su cuñada, la reina del mbalax, Viviane N´Dour; y su proyecto en clave reggae de homenaje a Bob Marley realizado junto al poeta rastafari de origen jamaicano Mutabaruka.
Cerramos esta excursión de Semilla Negra por la obra de Youssou N´Dour con una pieza del que es su último gran disco, Rokku Mi Rokka, publicado en 2007, con la interpretación en concierto en París de otra canción del mismo álbum, y con una reflexión postrera del nuevo ministro senegalés de Cultura: “Tenemos que trabajar juntos en África para lograr cambiar el modelo. La experiencia me dice que los jóvenes van a la escuela y acaban sus estudios, pero luego el sistema no les ofrece oportunidades para trabajar. Si se repite esa situación, muchos jóvenes africanos buscarán salidas en otros lugares. Y la escuela no hace feliz a nadie si luego esa persona no puede realizarse como trabajador”.
Carlos Fuentes es el autor de Semilla Negra. Periodista y crítico musical, durante las últimas dos décadas ha publicado artículos, entrevistas y reportajes sobre las músicas africanas en periódicos nacionales y en revistas especializadas como Rockdelux o Serie B.
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