Quizás usted escuchó en alguna ocasión una de estas palabras: créole, crioulo, kriolu, kreyol, kreol, kriulo… todas vienen a significar lo mismo: “criollo”. Aunque hay que ir hasta la sexta acepción reconocida en el diccionario español para explicar que criollo son los idiomas que han surgido en comunidades que conviven con otros grupos sociales de lengua diversa. En África, por ejemplo, se aplica a los idiomas que se han formado sobre una base, mayor o menor, de las lenguas española, francesa, inglesa, holandesa y portuguesa. Completemos la excursión etimológica apuntando que, según la versión más aceptada, la palabra “criollo” procede del verbo criar y llegó a África a través de la lengua portuguesa que viajeros y colonos introdujeron en las tierras recién descubiertas y pobladas.
En Cabo Verde, Mozambique, Angola, Guinea Bissau y Santo Tomé y Príncipe, e incluso en poblaciones del sur de Senegal, la entrada del portugués tuvo efectos considerables. Desde el siglo XV, el idioma de Camões se ha retroalimentado a base de expresiones tradicionales de los países africanos, dando lugar con ello a una lengua mixta, mestiza, en el que las palabras portuguesas tuvieron una gran influencia. Todavía hoy, no en vano, se denomina PALOP a los países africanos que tienen el portugués como lengua oficial, aunque en la práctica ese portugués guarda diferencias estimables respecto a la lengua que habla el país de Pessoa. Para completar el mapa, Guinea Ecuatorial reivindica también por estos días sus raíces portuguesas, ya que la ex colonia española fue territorio luso entre 1774 y 1778, huella todavía palpable en algunas tradiciones en la isla de Fernando Pó.
[quote]Historia aparte, la incidencia del idioma y la cultura portuguesa en los países de África es incuestionable. Numerosos artistas de Cabo Verde, Angola y Guinea Bissau presentan en sus obras musicales rasgos característicos de esta suerte de mestizaje cultural.[/quote]
Con ellos vamos a salir de paseo en este nuevo programa de Semilla Negra de la mano de cantantes que en portugués africano han narrados historias de mar y de tierra, canciones sobre la emigración, los problemas cotidianos y la memoria. Desde Cabo Verde, quizá el país más criollo de África occidental, rescatamos al compositor y guitarrista Tito Paris, quien afincado en Lisboa ha logrado pergeñar un repertorio a medio camino entre el folclor de sus islas natales y nuevos ritmos que ha ido conociendo en territorio continental. También de Cabo Verde procede Mayra Andrade, más que firme aspirante al trono de la morna que ostenta la gran Cesaria Évora. Y caboverdianos son los veteranos Ildo Lobo (que lideró el grupo Os Tubarões), los cantantes Bau y Teófilo Chantré, el grupo Simentera, la clásica Titina Rodrigues y el dúo compuesto por los hermanos João y Ramiro Mendes.
La cuota angoleña del paseo por las músicas criollas de origen portugués incluye al reputado Bonga Kwenda, nacido José Adelino Barceló de Carvalho en 1943 y héroe de la canción angoleña durante los años posteriores a la independencia del país. De ese periodo de efervescencia, mediados de los años 70, proceden las grabaciones de conjuntos como Dimba Diangola, Jovens da Prenda, Os Kiezos y la orquesta África Ritmos. Más jóvenes son los cantautores Ruy Mingas y Paulo Flores, autor este último de un disco importante, Ex combatentes, para reflejar el interés al alza de jóvenes generaciones de africanos por su historia reciente. Completamos este monográfico dedicado a la canción criolla con el cantautor de Guinea Bissau Ze Manel, la orquesta mozambiqueña de Venáncio Mbandé, la voz estremecedora del angoleño Waldemar Bastos y, ya en clave actual, nuevo hip hop africano por los caboverdianos La MC Malcriado y el conjunto MKX, que con criolu de nueva generación vienen agitando el patio de las músicas urbanas.
Carlos Fuentes es el autor de Semilla Negra. Periodista y crítico musical, durante las últimas dos décadas ha publicado artículos, entrevistas y reportajes sobre las músicas africanas en periódicos nacionales y en revistas especializadas como Rockdelux o Serie B.