Aunque su proyecto de vida tras emigrar a Canarias no era exactamente este, Luc Andre ha sido el primer africano en lograr un escaño en el Congreso de los Diputados de España. Su objetivo era ayudar mediante las asociaciones a que “la gente se integrase y reforzar la Federación de Asociaciones Africanas” que considera “una herramienta necesaria”. Es así como empezó a trazar su camino después de dejar su hogar en la conocida como la isla de las conchas, en Senegal: “desde este continente puedo también ayudar a los africanos a que logren su participación ciudadana activa”.

En esta sucesión de pasos que lo han llevado hasta la política, la mayoría de ellos le hicieron caminar hacia adelante, pero hubo algunos que le impulsaron hacia atrás. La primera vez que pisó España, después de coger un avión, le dijeron en el aeropuerto que no cumplía los medios para poder quedarse y fue devuelto a Senegal. Ese mismo año logró entrar en el país con un visado de turista, pero fue detenido justo el día después de que se le terminara y se quedara en una situación irregular pero el libro de familia impidió que fuera devuelto a Senegal.

Estos obstáculos, sin embargo, no le impidieron desde su situación acompañar a mercantes que llegaban hasta Las Palmas a defenderse con las autoridades o en el día a día de quien acaba de llegar a un país del que no conoce nada. Una situación irónica donde las haya, ríe. En aquella época, asegura, “las cosas eran diferentes”, tenían miedo de salir a la calle porque había mucho control. Llegó incluso el momento en el que para comprar el pan ponían el dinero y la cantidad que querían, él y las otras 11 personas con las que vivía, para llevarla a un lugar concreto a una hora concreta para que otra persona lo recogiera y volviese a hacer lo mismo con una bolsa llena de pan sin que nadie pudiera cogerles en la calle.

Pero, tras lograr el permiso de trabajo, llegó su dice, “como fruto de la labor altruista” que había llevado a cabo desde 1992 hasta 1996, como técnico en inmigración en Comisiones Obreras, atendiendo a la población inmigrante gracias a los seis idiomas que habla.

Desde aquel primer puesto y hasta 2013 escaló en Comisiones Obreras hasta llegar a ser el Secretario de Inmigración. Su vida en Canarias se ha basado en ayudar a las personas que llegan en busca de otra vida y ahora lo puede defender desde un escaño en el Congreso y que, tal vez, esta experiencia le podría ayudar en un futuro en la política de su pueblo o podría dedicarse de nuevo a trabajar la tierra, que es lo que más añora. Pero su labor de ayudar a otras personas desde las asociaciones siempre irá con él, en este o en otro continente.

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 Marta Hidalgo es periodista y actualmente está realizando su periodo de prácticas de empresa en el área de Medios de Comunicación de Casa África.