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Los elementos básicos del buen periodismo suelen sacrificarse cuando se habla de África

Los elementos básicos del buen periodismo suelen sacrificarse cuando se habla de África
Ana Henriquez participa en el I Encuentro de Periodistas África-España, organizado por Casa África, que se celebra el próximo 4 de octubre en Madrid.
Ana Henriquez participa en el I Encuentro de Periodistas África-España, organizado por Casa África, que se celebra el próximo 4 de octubre en Madrid.

Ana Henríquez Pérez

Periodista editora de Africaye
Ana Henriquez participa en el I Encuentro de Periodistas África-España, organizado por Casa África, que se celebra el próximo 4 de octubre en Madrid.
Ana Henríquez participa en el I Encuentro de Periodistas África-España, organizado por Casa África, que se celebra el próximo 4 de octubre en Madrid.

Por Ana Henríquez. ¿Cuántas veces los medios españoles utilizan palabras como ‘caos’ o ‘violencia’ para referirse a algo que está pasando en un país africano? Si después de términos tan contundentes e imprecisos siguiera una explicación de lo ocurrido… Pero no. Son términos que rotulan unos breves en los informativos que, con la voz superpuesta del presentador/a, resumen lo que están viviendo cientos, tal vez, miles de personas en menos de treinta segundos, con dos o tres frases.

Falta análisis, contexto. Elementos básicos del buen periodismo que suelen sacrificarse, cuando se habla de África, en favor de imágenes impactantes de enfermedad, conflicto o pobreza. Con todo, lo peor de esta ausencia de profundidad informativa es lo que subyace: la negación de la agencia de los y las africanas.

Un ejemplo paradigmático se dio con el surgimiento de las llamadas Primaveras Árabes, que se difundieron como la primera vez que las gentes de aquel continente desgraciado se rebelaban ante los desmanes de sus dirigentes. Sin embargo, ya había habido Primaveras Africanas antes de las Árabes. A los africanos subsaharianos tampoco les gustan las injusticias y se organizan para oponerse a ellas motu proprio, sin haberlo tenido que esperar a aprenderlo de sus vecinos del norte.

No se les debe negar su poder de acción ni su capacidad para examinar y narrar sus propias historias. Los periodistas occidentales que informan desde África deben ampliar sus fuentes, saliendo del testimonio único del compatriota expatriado. La cercanía es atractiva y facilita la empatía de la audiencia, pero cuando los periodistas silencian a los y las africanas al prescindir de su relato les niegan, de nuevo, su agencia; en esta ocasión, para explicarse a sí mismos.

Afortunadamente, gracias a Internet, cada vez nos es más posible “escuchar” voces africanas (masculinas y femeninas). Redes sociales, medios digitales, blogs… Las leemos y también les ponemos rostro a través de imágenes que nos enseñan, a menudo, realidades no tan lejanas, no tan ajenas.

Tímidamente, empieza a cambiar la forma en que el periodismo mira a África, dejando de verla desde fuera y comenzando a mirarla a través de los ojos de aquellos que dan sentido a su existencia: los y las africanas.

Ana Henríquez [Gran Canaria, 1987] es periodista y comunicadora audiovisual. Enganchada a las redes sociales, siguiendo la actualidad africana de casi todos los ámbitos. Le interesa todo lo relacionado con la mujer africana y la afrodescendencia, pero también las relaciones políticas y económicas, como la Françafrique y Chináfrica.
Publica en Planeta Futuro (El País) y es una de las editoras de Africaye.org.

[box]Ana Henríquez participa en el I Encuentro de Periodistas África-España, organizado por Casa África y que se celebra el próximo 4 de octubre en Madrid.

Este artículo forma parte de una serie en torno a la comunicación y la información sobre África en España y sobre el panorama periodístico en el continente. Consulta los artículos aquí.[/box]

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