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María Nsue Angüe: mujer y hombre a la vez

María Nsue Angüe: mujer y hombre a la vez
María Nsue en Casa África (2010)
María Nsue en Casa África (2010)

Trifonia Melibea Obono

Escritora, periodista, politóloga, docente e investigadora sobre temas de mujer y género en África.
María Nsue en Casa África (2010)
María Nsue en Casa África (2010)

Por Trifonia Melibea. «Las vidas de las mujeres no son más que muerte». Esta frase, además de otras, resume el legado feminista que las obras literarias de María Nsue le han dejado a una África Negra perdida en lo que a los derechos humanos de las mujeres se refiere. Ekomo es la novela que internacionalizó a María Nsue. Y poco antes de fallecer, la obra Cuentos y relatos, editada por la editorial Sial Casa de África, ya adquiría vida propia en el entorno culto de Guinea Ecuatorial. La noticia asustó a más de una persona porque la autora, a la pregunta de si tenía obras pendientes de publicación contestaba siempre igual: después de mi muerte.

Lo que mucha gente desconocía es que las escritoras en África Negra se mueren dos veces. Fallecen como mujeres escritoras. Y fallecen como escritoras. Lo último se reconocería más o menos si contamos varios siglos hacia adelante. «Las vidas de las mujeres no son más que muerte»

Después de fallecer María Nsue se habló y mucho.

Se habló de su padre, líder independentista y político. De su madre no.

Se habló de María Nsue como hija de su padre. De la escritora, poco.

Se habló de María Nsue joven, su relación amorosa con «algún personaje de la elite política». Esta información se publica de forma sutil y más de una persona ha relacionado lo último con su posicionamiento ideológico.

Luego lo más sonado y que sigue multiplicándose en las redes sociales es que «trabajó para el Gobierno de Obiang».

El broche de oro surgió en los discursos. «María Nsue fue hombre y mujer a la vez. Mujer por haberse casado y tenido hijos. Varón por las obras literarias  escritas y la rebeldía narrada en ellas».

Preocupa mucho el juicio misógino que se está haciendo sobre la vida de una escritora que tenía derecho a disponer de su cuerpo. Preocupa mucho el juicio misógino que se ha montado sobre la vida de una escritora que tenía derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Se ha juzgado a María Nsue como mujer fang, guineana, bantú, y todas las informaciones que circulan al respecto proceden de sectores cultos guineoecuatorianos. Muy preocupante.

Las mujeres guineanas como María Nsue sabían y saben que no tienen representación en las etnias. El trato discriminatorio a la mujer pervive de todas, en algunas con más visibilidad que en otras. Las mujeres guineanas como María Nsue sabían y saben que se integran en partidos políticos por conveniencia. En casi todas las formaciones políticas guineanas, del exilio, o no, el trato discriminatorio a la mujer es institucional. Más de una mujer guineana activista ha señalado que no trabaja para los partidos ni para las etnias, sino para el pueblo guineano como colectivo y las mujeres como sector minoritario e históricamente discriminado. De hecho una gran mayoría colabora en lo que puede, independientemente del partido político que ostenta el poder. Las mujeres guineanas como María Nsue sabían y saben que trabajan en un mundo de hombres, el del pensamiento, el guineano. Y todo lo que hacen se mide y se analiza con una pluma distintiva.

Ekomo es la primera obra publicada por una mujer guineana, y la mejor novela guineoecuatoriana hasta hoy. Es así no porque la autora ya no viva, ni porque en el mundo guineano generalmente se habla bien de las personas muertas por razones culturales. En Ekomo, María Nsue supo narrar la soledad institucional de los derechos de las mujeres en pleno periodo posindependentista. Guinea Ecuatorial, entonces como hoy, tenía preocupaciones importantes, nada que ver con los derechos humanos de las mujeres, siempre pueden esperar. Y hoy sigue teniendo Guinea problemas importantes y, tanto, que gran parte de las personas que asistieron a los actos posteriores a la muerte de la escritora alegaron afecto familiar y relaciones de amistad. Había fallecido una mujer cuyos libros no narran aspectos importantes sino «temas de mujeres».

El desprecio por los derechos humanos de las mujeres no es ninguna novedad en gran parte de la sociedad guineana. Se siente en la mirada. La represión cultural es intacta. Se bromea al respecto entre colegas. Se ve. Se vive. Con la vida y muerte de María Nsue se dejó a un lado la importancia del acceso a la educación. María Nsue tuvo acceso a la educación. Estudió periodismo. Las mujeres que tienen las mismas oportunidades que los hombres pueden llegar lejos. Escribir. Dedicarse a la literatura y lograr éxitos. Rebelarse a través de las letras. María Nsue no fue un hombre. El derecho a la educación le hizo grande. Grande en la literatura guineana y africana. Y no fue una excepción, sino una mujer. La vida y muerte de esta autora podrían ayudar mucho. Preguntémonos si las mujeres guineanas tienen garantizado el acceso a la educación con todo lo que significa: acceso a la educación sexual y reproductiva en las instituciones; acceso al uso gratuito de los anticonceptivos; acceso de las mujeres embarazadas a los centros educativos en todos los niveles de enseñanza; acceso a la interrupción voluntaria del embarazo como derecho; la paternidad y la maternidad responsables.

Con este panorama de derechos garantizados muchas escritoras propondrían cambios sociales. Las escritoras guineanas no representarían una excepción. No les llamaría hombres. Se normalizaría la presencia de mujeres en el mundo del pensamiento guineoecuatoriano.

Trifonia Melibea Obono (Guinea Ecutorial, 1982) es periodista y politóloga, y es autora de los libros Herencia de bindendee (Ediciones En Auge) y La bastarda (Flores Raras).

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