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Níger y Chad en la disputa geopolítica

Níger y Chad en la disputa geopolítica
Imagen: © hurricanehank / Adobe Stock

En abril de 2024, la junta militar de Níger anunciaba la ruptura de los acuerdos de cooperación militar con Estados Unidos. Esto se da tras meses de intentos de negociación fallidos entre el gobierno nigerino y las delegaciones estadounidenses, en la que se encontraba la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, en los que también se trataron cuestiones como la transición en el país. En marzo de 2023 se dio la suspensión de los acuerdos con Estados Unidos. En un comunicado, el gobierno de Estados Unidos anunciaba la imposibilidad de alcanzar un acuerdo, pero que no significaba el fin de toda relación bilateral. El 26 de marzo, una delegación estadounidense llegó al país saheliano para determinar la estrategia de retirada de sus tropas. En el momento del anuncio había en torno a 1000 efectivos desplegados en el país.  El 19 de mayo, ambos países declararon en un comunicado conjunto que las fuerzas estadounidenses abandonarían Níger antes del 15 de septiembre de 2024.

Estados Unidos posee importantes intereses en Níger, ya que ha sido uno de los enclaves fundamentales para la lucha contra el yihadismo en el Sahel. Hasta el momento en el que se dio el golpe de Estado, Níger no se encontraba tan afectado por el yihadismo como lo estaban Mali y Burkina Faso, pero esta tendencia se ha comenzado a revertir. Durante las primeras semanas tras el golpe de Estado en Níger, Estados Unidos trató de resolver la tensión internacional a través de la diplomacia como alternativa a la intervención que proponía la Comunidad Económica de Estados de África Occidental. En todo momento, Washington ha tratado de mantener una buena relación con la junta militar de Níger con el objetivo de salvaguardar sus intereses en el país.

La presencia militar era uno de sus pilares fundamentales para la estrategia en el país y la inversión estadounidense se cuenta en cientos de millones de dólares. En este ámbito se contaba con dos bases aéreas: una en Agadez y otra en Niamey.

La base de drones de Agadez se encuentra situada a 920 km de la capital.

Estas comenzaron a operar en el año 2013 con el objetivo de apoyar a las fuerzas internacionales en su lucha contra el yihadismo en el norte de Mali, y cuando los grupos armados se expandieron también tuvieron que hacerlo las actividades de estas bases. La base de Agadez era la principal base de drones de África Occidental y un punto de observación para el ejército y la inteligencia estadounidense. Es destacable que en los últimos meses se han dado protestas en las cercanías de la base en contra de la presencia estadounidense. 

Para entender el contexto de la retirada estadounidense, hay que contemplar el resto de movimientos internacionales que ha realizado la junta militar nigerina. El cambio político en el país ha supuesto un detrimento de los intereses occidentales, pero una ventana de oportunidad para otras grandes y medianas potencias. 

En septiembre de 2023, Francia anunciaba la retirada de sus tropas de Níger como respuesta al golpe de Estado que se dio en el país. La Unión Europea impuso sanciones económicas también como respuesta al golpe. La economía de Níger es enormemente dependiente de la ayuda exterior, por lo que estas acciones empeoraban más una economía que ya atravesaba serias dificultades. A finales de mayo de 2024, la Unión Europea anunciaba que no se renovaría la misión de asistencia militar a Níger (EUMPM) que finaliza el 30 de junio de este mismo año, el principal motivo que se señaló fue el golpe de Estado.

En el marco del golpe de Estado en Níger, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental trató de realizar una intervención en el país, la cual no se llevó a cabo. Al mismo tiempo, se dio un acercamiento de Mali y Burkina Faso con la recién creada junta militar, lo que llevó a la conformación de la Alianza de Estados del Sahel. Por su parte, Estados Unidos es consciente de la importancia de Níger en su estrategia en la región. En consecuencia, Washington llamaba a la diplomacia y continuó con las relaciones con el país sin grandes cambios. A pesar de tratar de mantener su influencia en el país, Washington paralizó la ayuda en la lucha contra el yihadismo para manifestar su condena al golpe.

Unas semanas antes de que se formalizase la salida estadounidense llegaban instructores rusos al país con el objetivo de entrenar al ejército, incluyendo el despliegue de sistemas antiaéreos en el país. 

En este ámbito, continúa con la tendencia seguida por Mali y Burkina Faso con la retirada de ayuda occidental, aunque estos primeros se centraron más en la expulsión de presencia francesa que estadounidense. Una de las cuestiones que han llevado a este rechazo ha sido la incapacidad de las fuerzas occidentales para llevar la seguridad a los países del Sahel. Estas misiones se basaban en una combinación de seguridad y desarrollo, aunque en la práctica la primera ha tenido un papel notoriamente predominante. El yihadismo en el Sahel responde a una difícil situación multicausal que no se resolverá aplicando una solución exclusivamente militar.

Al mismo tiempo, China ha aumentado su presencia a nivel económico, donde ya tenía un papel importante, con importantes préstamos que ha concedido a cambio de la explotación de petróleo.

La retirada estadounidense de Níger ha tenido consecuencias importantes en la región. Es el caso de Chad, que tuvo un golpe de Estado en 2021 a manos del hijo del anterior presidente. En las relaciones exteriores, el gobierno de transición mantuvo las buenas relaciones con Occidente, especialmente con Francia. Sin embargo, la situación regional se ha desestabilizado considerablemente desde 2021 y ahora mismo Chad se encuentra rodeado por conflictos en todos sus países vecinos: Libia, Níger, Sudán y República Centroafricana se encuentran en guerras internas.

A su vez, la influencia rusa se ha extendido considerablemente y también se encuentra en los países de su alrededor. En este contexto, el gobierno de Chad ha dado un giro a su política exterior. Esto ha supuesto un acercamiento a Rusia, y en enero de 2024 Idriss Déby viajaba a Moscú para reunirse con el presidente Vladimir Putin. En esta reunión se habló de la estabilidad regional y de las intenciones de ambas partes de profundizar en la relación bilateral. El seis de mayo se celebraron elecciones en el país tras meses de tensión en las que se ilegalizó el Partido Socialista sin Fronteras y su líder fue asesinado. En plena campaña electoral, el gobierno solicitó el cese de las actividades estadounidenses en la base aérea de Adji Kosseï, ubicada cerca de la capital. En estos comicios se presentaba el actual presidente de transición, que ganó las elecciones con el 61 % de los votos, por ello se puede intuir que se dará una continuación de la estrategia exterior seguida en los últimos tiempos. El cambio en la estrategia exterior del gobierno saheliano supone un revés importante para los intereses occidentales. En Chad se encuentra la principal base francesa en la región tras haber tenido que retirarse de Mali, Níger y Burkina Faso, además de que era uno de los aliados más firmes en una región cada vez más crítica con la presencia occidental.

Estados Unidos se ve obligado a reenfocar su estrategia en la región. Ha sido una cuestión que ha suscitado un debate interno en los últimos años, especialmente durante la presidencia de Donald Trump, que abogaba por una disminución de la presencia estadounidense en el continente africano. La Unión Europea ya tuvo que hacerlo en los años anteriores y la solución fue reubicarse en los países del golfo de Guinea que se encuentran más dispuestos a la cooperación estratégica con Occidente y poseen un gran valor estratégico. Estados Unidos también ha posado la vista en esta región, ya que en marzo de 2023 Kamala Harris realizó una gira por África que comenzaba en Ghana. 

La región del Sahel se encuentra en un profundo proceso de cambio en el que Occidente ha perdido capacidad de influencia en favor de otros actores y Estados. En este punto, Estados Unidos se halla en una competición de grandes potencias en las que el continente africano está tomando un papel clave. En los próximos años se podrá observar cómo se reconfiguran las alianzas del continente africano con sus socios exteriores y cómo estas influyen en las dinámicas a nivel mundial.

Artículo redactado por Andrea Chamorro González.

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