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Níger mira ahora hacia Rusia

Níger mira ahora hacia Rusia
La situación política en la CEDEAO tras el golpe de Estado en Níger de 2023. Imagen: © Mr. Lechkar en Wikimedia Commons

Ana López García

Periodista freelance

El 26 de julio, un golpe de Estado en Níger derrocó al presidente democráticamente elegido Mohamed Bazoum. Desde entonces, la nueva junta militar en el poder ha roto relaciones con Francia y la Unión Europea para acercarse a Rusia.

El nuevo líder de Níger, el general Abdourahamane Tiani, que llegó al poder hace cuatro meses, ha decidido tomar el rumbo hacia Rusia, al igual que hicieron las juntas militares lideradas por el coronel Assimi Goita en Mali y el general Ibrahim Traoré en Burkina Faso, al tomar el ejecutivo por la fuerza en 2021 y en 2022 respectivamente.

Guerra informativa: la apuesta ganadora de Rusia

La guerra informativa que libra Rusia contra los países occidentales para ampliar su zona de influencia en África está dando sus frutos. Las informaciones falsas sobre el ejército francés y la falta de resultados de la Operación Barkhane desacreditaron al ejército galo. La antigua potencia colonial sigue siendo vista por una parte de la población como una fuerza ocupacional que no ha podido detener los ataques terroristas con la Operación Barkhane ni con su influencia en el G5 Sahel.

Níger y Burkina Faso anunciaron el 2 de diciembre que dejaban de formar parte de la alianza del G5, una alianza militar y económica de cinco países del Sahel (Mauritania, Chad, Mali, Burkina Faso y Níger) que desde 2014, con el apoyo de Occidente, luchaba contra el terrorismo en la región. Ahora solamente Mauritania y Chad permanecen en dicha organización. Esta salida del G5 se debe al cambio de rumbo de los países que desde 2020 abandonaron las democracias por gobiernos militares llegados al poder por golpes de Estado: Mali, Burkina Faso y Níger. Así, en septiembre, estos tres países sahelianos decidieron crear la Alianza de Estados del Sahel, que tiene como objetivo promover la cooperación política, económica y militar entre los tres Estados. Las juntas militares de estos países consideran que el G5 está influenciado por las potencias occidentales, que disminuyen su soberanía y que no han conseguido acabar con el terrorismo en la región. Por ello, han decido abandonar a sus socios tradicionales, los países occidentales, liderados por la potencia excolonial Francia.

Por otra parte, el «sentimiento antifrancés» instaurado en el país hizo que el presidente depuesto, Mohamed Bazoum, fuese visto como un aliado de un país extranjero que se somete a las decisiones de París. Para poder defender el golpe de Estado, el Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP), la nueva junta militar que tiene el poder actualmente en Níger, tuvo que cortar los lazos con Francia.

Tras la retirada de las tropas francesas de Níger, la cooperación militar en dicho país se ha acelerado. El 4 de diciembre, una delegación rusa liderada por el viceministro de Defensa ruso, Lounous-Bek Evkourov, llegaba a Niamey para concretar el apoyo militar que su país dará a Níger. El acuerdo firmado entre ambos países es una de las razones por las que Níger ha decidido acabar con la cooperación militar con Francia y Occidente. La misma semana, las autoridades de la transición en Níger comunicaban a la Unión Europea el cese de los acuerdos relativos a la cooperación militar y el fin de la ley contra la inmigración ilegal apoyada por la Unión Europea.

Níger juega un papel importantísimo en la lucha contra la migración irregular, ya que es un país de tránsito por el que circulan miles de migrantes africanos para poder alcanzar Libia o Argelia y, de ahí, coger un barco hasta llegar a Europa. Al cancelarse la ley, si no existe un mayor control de las fronteras y dejan de prestarse los servicios de ayuda a las personas migrantes en su paso por Níger, se podrá producir una crisis migratoria mayor en Europa y en el norte de África, ya que proliferarán más las mafias de tráfico de personas en esta región. De esta forma, Níger está presionando a la Unión Europea para que reconozca a la junta militar que llegó al poder en julio.

Además, las instituciones europeas han suspendido la ayuda económica y todos los proyectos de cooperación, excepto los de asistencia humanitaria. La ayuda económica que recibe Níger de potencias extranjeras supone en torno al 9 % del PIB y, por tanto, un apoyo imprescindible para uno de los países más pobres del mundo. Sin embargo, parece que las sanciones internacionales no están haciendo efecto en el CNSP, que ha decidido cortar todos sus lazos con sus socios occidentales y centrar su cooperación en los Estados vecinos y en Rusia. El 5 de diciembre, Mali y Níger anunciaban que rompían los tratados de colaboración en materia de impuestos con Francia.

Los recursos naturales codiciados: uranio y petróleo

Níger es el séptimo productor mundial de uranio y en 2022 era el segundo proveedor de la Unión Europea. Las principales empresas que explotan el uranio en Níger son francesas, canadienses, nigerinas, chinas y españolas, por lo que Europa y Occidente tienen un gran interés en seguir importando este mineral para poder nutrir sus centrales nucleares. Con la caída de las importaciones de uranio procedente de Rusia, que sigue siendo uno de los principales proveedores de uranio en Europa, y tras la ruptura de las relaciones entre Francia y la Unión Europea con Níger, las centrales nucleares europeas necesitarán buscar otros proveedores y ello podría aumentar el precio de la electricidad en toda Europa al haber una menor oferta.

Níger, donde solo el 15 % de la población tiene acceso a la electricidad, exporta todo el uranio que produce ya que no dispone de centrales nucleares. El país basa su producción de electricidad principalmente en el carbón, pero también importa una gran parte de la electricidad de Nigeria. Pero esta situación podría cambiar. Burkina Faso ha confirmado que creará, con la ayuda de Rusia, una central nuclear en su territorio para poder abastecer de energía a su población. Igualmente, el presidente Goita ha acordado con Rusia el desarrollo de la energía nuclear civil en su territorio, ya que, al igual que en los otros países del Sahel, la mayoría de la población carece de electricidad. Así, si Burkina Faso y Mali desarrollan la energía nuclear, Níger podría beneficiarse de ello al tener el uranio necesario para alimentar las centrales nucleares de sus nuevos socios y poder beneficiarse de la energía que produzcan sus nuevos aliados.

La maldición del oro negro

En 2024 está previsto que Níger pase de producir 20 000 barriles de petróleo diarios a 120 000, sextuplicando sus beneficios y pasando así, por primera vez, a exportar su producción a través del oleoducto construido hasta Benín. Con el golpe de Estado y las sanciones de la CEDEAO y otros países, todavía no está claro cómo podrá exportar Níger el petróleo a través de Benín. En abril de 2023, el Fondo Monetario Internacional aconsejaba «establecer urgentemente, antes del inicio de las exportaciones de petróleo, un marco transparente de gestión de los recursos petroleros». Con el fin de sanear y diluir el poder de la SONIDEP, Sociedad Nigerina del Petróleo, responsable de la gestión petrolera del país, el jefe del Estado destituido quería crear una nueva empresa pública, PetroNiger, pero el Consejo de Ministros que debía aprobar la creación de la nueva empresa petrolera, el 27 de julio, nunca tuvo lugar. Según el entorno de Bazoum, las nuevas medidas que quería imponer para controlar los recursos petrolíferos serían una de las razones de su salida del poder por la fuerza. El petróleo es también codiciado por «la Alianza de los Estados del Sahel», como afirmaba el presidente del CNSP, que se reunió en noviembre con los ministros de Energía de Mali y Burkina Faso para «evocar la explotación común de las riquezas petroleras».

Una democracia frágil

El golpe fue ampliamente apoyado por la población y se está consolidando tras la rápida formación de un gobierno y de alianzas internacionales. El desencanto de los nigerinos con la democracia es debido a que piensan que esta no funciona en su país al no resolver los problemas de pobreza extrema y terrorismo. El traspaso de poder democrático entre Bazoum y su predecesor, Mahamadou Issoufou, fue un primer traspaso de poder entre dos presidentes democráticamente electos en Níger.

Cuatro meses después de su detención arbitraria en Niamey y tras ser acusado de «alta traición» y de atentar contra la seguridad nacional, el presidente derrocado y su familia siguen aislados del mundo exterior. Solo su médico está autorizado a visitarlo, ya que Bazoum se niega a reconocer a la junta militar del golpe de Estado. «No dimitirá», confía su consejero de Comunicación. Los abogados de Bazoum denunciaron en octubre al Estado de Níger ante el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) de «violación de los derechos humanos» por el secuestro del presidente y de su familia, pidiendo así su liberación y el restablecimiento de sus funciones. Si bien el tribunal debía dar a conocer la sentencia el 30 de noviembre, la resolución del litigio ha sido pospuesta hasta nueva fecha. La CEDEAO continúa pidiendo su liberación, aunque se muestra más abierta a negociar con las nuevas autoridades militares del país.

Artículo redactado por Ana López García.

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