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La agencia espacial africana comienza a andar

La agencia espacial africana comienza a andar
Cohete volador. Imagen: Pixabay en Pexels. https://www.pexels.com/es-es/foto/cohete-volador-2163/

Antoni Castel

Doctor en Ciencias de la Comunicación, miembro de GESA
África ya tiene su agencia espacial (AfSA, por sus siglas en inglés), encargada de promover y coordinar las políticas y la estrategia espacial de los 55 países que forman parte de la Unión Africana (UA). Un edificio del complejo Ciudad del Espacio (Space City), cerca de El Cairo, albergará la agencia.

Lanzada en enero, unas semanas antes de la cumbre anual de la Unión Africana, celebrada en Addis Abeba (Etiopía), la Agencia Espacial Africana (AfSA) tiene como objetivo dinamizar un sector que en el continente mueve 20 000 millones de dólares anuales y da empleo a 19 000 personas. Su misión no es, por tanto, el desarrollo de satélites ni de lanzadores, sino el de impulsar dichas políticas, con una visión global, africana.

La AfSA llega tras diez años de intensas negociaciones, en las que se han perfilado sus objetivos al tiempo que se han mantenido estrechos contactos con la Agencia Espacial Europea (ESA), creada en 1975, de la que forman parte 22 Estados europeos. En el horizonte de la AfSA, la Agenda 2063 de la Unión Africana, un documento ambicioso, presentado en el 2013, que marca las diferentes acciones políticas, económicas y sociales para transformar el continente. Mediante el desarrollo de la Agenda 2063, cuyo lema es “The Africa we want” (El África que queremos), se debe alcanzar una “África próspera, integrada y pacífica, dirigida por sus propios ciudadanos, representando una fuerza dinámica en el escenario internacional”.

La AfSA no sustituirá a las agencias de los países africanos, sino que coordinará sus planes. De acuerdo con el documento Space in Africa de 2022, existen 272 compañías, de 31 países, que trabajan para “la democratización del espacio”. Una industria, formada en gran parte por empresas privadas, pero que recibe aportaciones de fondos públicos, en concreto 534 millones de dólares en 2022, con un incremento del 80 % en un año.

44 satélites africanos de 13 países

Según la revista Science, en los últimos diez años, de 2012 a 2022, se han lanzado 44 satélites africanos, de 13 países, con un coste de 4500 millones de dólares. En la mayoría de los casos son nanosatélites, dedicados a las telecomunicaciones, como en el caso del Simba, de Kenia, que permite geolocalizar a los animales salvajes en los parques nacionales, o el Icyerekezo, de Ruanda, que da acceso a internet a los escolares de aldeas remotas. El satélite, lanzado en la base de la Guayana en febrero de 2019 mediante un cohete ruso Soyuz, fue bautizado Icyerekezo (Visión en kinyaruanda) por los niños de la aislada localidad de Pierre Mkombo, en el lago Kivu.

En una África tan diversa, que marcha a diferentes velocidades, el club de países con una industria desarrollada se reduce a Nigeria, Sudáfrica y Egipto. Sudáfrica, la segunda economía africana tras Nigeria, cuenta con prestigiosas universidades, empresas punteras y el apoyo del Gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA), que en diciembre del 2010 creó la Agencia Espacial Sudafricana (SANSA). Sus científicos mantienen relaciones con las agencias más importantes, tanto occidentales (NASA, CNES de Francia, UK Space) como de países emergentes (AEB de Brasil, ISRO de India) y de China (CNSA).

Por su situación geográfica, en el hemisferio sur, pero también por su estabilidad política, Sudáfrica fue escogida para albergar un radio telescopio del Square Kilometre Array (SKA), en un proyecto intergubernamental en el que participa España, que tiene como finalidad localizar vida inteligente en el cosmos. Otro radio telescopio del mismo proyecto se sitúa en Australia.

La Ciudad del Espacio en Egipto

En Nigeria, que cuenta también a pesar de la corrupción con buenas universidades y científicos cualificados, la agencia espacial NASDRA fue creada en 1999 por iniciativa del presidente Olusegun Obasanjo. En estos años, ha lanzado cinco satélites, con el apoyo del Reino Unido, Rusia y China. El primero, el Nigeria Sat 1, fue lanzado con un cohete ruso Kosmos en septiembre del 2003. Mediante los diferentes satélites, Nigeria puede cartografiar el país, detectar las zonas de sequía, vigilar los movimientos de los islamistas de Boko Haram e incluso apoyar los procesos electorales en los lugares más recónditos.

En cuanto a Egipto, el presidente Aldelfatah el Sisi tiene en la Ciudad del Espacio uno de sus proyectos estrella. Situada en las cercanías de la capital, la Ciudad del Espacio es un mega complejo que ocupará 500 000 metros cuadrados, con 23 edificios. En uno está la sede de la Agencia Espacial Africana (AfSA), en otros, bibliotecas, un museo y centros de investigación. Está previsto que el complejo esté terminado en el año 2027. En tecnología espacial, El Sisi ha estrechado los vínculos tanto con China como con su tradicional aliado político, Estados Unidos, y Rusia. Al frente de la Agencia Espacial Egipcia (EgSA), nombró a un reputado ingeniero, Sherif Sedky, que había sido rector de la prestigiosa Universidad Americana de El Cairo.

Los últimos satélites lanzados, el Horus 1 y el Horus 2, son fruto de la colaboración con China. Para uso militar y civil, según el profesor Sedky, los dos Horus fueron puestos en órbita mediante cohetes Larga Marcha en unas semanas de diferencia, en febrero y marzo pasados, desde el Centro Espacial de Jiunquan, en el desierto de Gobi. No obstante, la EgSA también mantiene relaciones con la NASA, para la formación de ingenieros, y empresas privadas estadounidenses. Una de ellas, Space X, fue la encargada de lanzar desde Cabo Cañaveral, con un cohete Falcon, el satélite Nile Sat 301, en junio de 2022.

La Agencia Espacial Egipcia participa en el programa Bartolomeo, impulsado por la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA), que tiene como objetivo el acceso de los Estados menos desarrollados a la investigación espacial. En el marco de dicho programa, científicos de Egipto, Kenia y Uganda deben desarrollar cámaras para la Estación Espacial Internacional que detecten los cambios que puedan provocar sequías en África.

Uhuru, el primer satélite lanzado desde Kenia

En Kenia, las primeras relaciones en el ámbito espacial fueron con Italia, que desarrolló el Centro Broglio, en Malindi, en el año 1962. Unos años más tarde, fue lanzado el primer satélite desde territorio keniano, el Uhuru (Libertad, en kikuyu), para el estudio de los rayos X celestiales. Fue lanzado desde una plataforma, conocida como San Marco, frente a las costas de Kenia. En los últimos años, la Agencia Espacial de Kenia (KSA), que colabora con agencias de Italia (ASI), Alemania (DLR), Israel y la NASA, ha lanzado varios nanosatélites. En marzo de 2021, puso en órbita el Simba, que, entre otras utilidades, permite seguir los movimientos de los animales de los parques nacionales.

Aunque más tarde que los países citados anteriormente, Etiopía también lanzó satélites al espacio, en colaboración con China. En diciembre de 2019, puso en órbita el nanosatélite ETRSS 1, y un año después, el ET SMART RSS. Argelia, con sus satélites Alsat; Angola, mediante los Angosat; Marruecos, con sus Mohamed VI, y Ghana (Ghanasat) también destacan entre los países africanos que disponen de una agencia espacial propia y han lanzado satélites.

Artículo redactado por Antoni Castel.

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