Hace casi un cuarto de siglo que Fela Kuti falleció. Sin embargo, la influencia de su música y sus pensamientos panafricanos no han cesado. Fela era reconocido por el uso de su afrobeat como herramienta crítica en contra de las transgresiones de los derechos humanos, la injusticia social y el liderazgo insensible e inepto en África. Y la conversación sobre quién se ajusta mejor al perfil de sucesor ha continuado sin cesar.
Muchos artistas nigerianos han llegado a autodenominarse la reencarnación de Fela. Desde las referencias interminables de Dede Mabiaku sobre su cercanía a Abami Eda – el nombre que Fela se dio a sí mismo, una frase yoruba que aproximadamente se traduce como «el extraño»- y Chief Priest, a las excentricidades de Charles «Charly Boy» Oputa, unos pocos han pretendido estar hechos del tipo de material desafiante que había en el núcleo de Fela.
Musicalmente, el triunfo de Eedris Abdulkareem con el éxito de 2004 «Jaga Jaga» parecía tener instigado un complejo de Fela en él, hasta el punto de que tomó el apoyo saxofonista del hijo mayor de Fela, Femi Kuti, para legitimar su tributo en el solo llamado «Fela» (2013).
Ha habido otros tributos numerosos en memoria de Fela. En ellos se incluyen el destacable «Fela the King» (2002), de Seyi Sodimu, y el más bien cutre «Like fada, Like son» (2012), de W4. Más allá de estos, algunos artistas inclinados al pop parecen haberse apropiado de diferentes características del legado del gran artista. Esto incluye dibujos del valioso repertorio del conjunto de Fela para embellecer sus trabajos, particularmente a lo largo de la última década.
No obstante, el más poderoso de los tributos a Fela es indudablemente «97» (2001), que fue grabado y representado por Femi Kuti, siendo él mismo una estrella experta del afrobeat.
Se han realizado muchos trabajos sobre la música protesta en Nigeria, pero, en mi opinión, los estudios han sido reticentes a la hora de apreciar las obras de Femi.
Me he dispuesto a rellenar este hueco. En mi estudio, miro la música de Femi a través del marco de una Nigeria redemocratizada e invariablemente establezco equivalentes con las obras de Fela, que constituyeron una importante voz alternativa en la Nigeria gobernada por el ejército.
Concluyo que buscar un sucesor de Fela fuera del linaje directo de su familia es llamar al ridículo – eso si hay alguna necesidad de buscar un sucesor de Fela, para empezar.
Música protesta bajo un gobierno militar
Algunas investigaciones previas mostraron que la conciencia de Femi a través del arte había comenzado durante la dictadura militar en Nigeria. Canciones como «Wonder Wonder» (1995), «Plenty Nonsense» (1995), «Nawa» (1995), «Stubborn Problem» (1995), «Sorry Sorry» (1998), «What Will Tomorrow Bring» (1998) y «Victim of Life» (1998) son destacadas del catálogo de Femi durante ese periodo particularmente oscuro.
El mismo estudio planteaba que Fela no era el único músico popular que confrontaba a los líderes militares y tiranos de Nigeria entre la independencia de 1960 y el fallecimiento de Fela en 1997.
El estudio hablaba sobre las contribuciones de protesta hechas por el reggae, la highlife y otras estrellas del afrobeat durante el mismo periodo. Estas incluían Sonny Okosuns, Tunji Oyelana, Wole Soyinka, Victor Essiet and The Mandators, Majek Fashek, Ras Kimono, Lagbaja y Osayomore Joseph.
Las credenciales de protesta de Femi Kuti abarcan tanto la Nigeria bajo el gobierno militar como la democrática. Mi investigación además reveló que el hip hop ha supuesto ser un cómplice para el trabajo de Femi Kuti, habiendo servido como un verdadero vehículo para decir la verdad del poder en Nigeria desde la redemocratización en 1999. Al contrario de las afirmaciones de los críticos, la cultura del hip hop en Nigeria no siempre trata sobre el hedonismo y la cosificación de la mujer.
El mismo Kuti colaboró con los artistas de hip hop americano Mos Def y Common en «Do Your Best» y «Missing Link», del álbum de 2001 Fight to Win.
En efecto, la sangre es más espesa que el agua
Una reseña de la discografía de Femi Kuti desde No Cause for Alarm (1989) a One People One World (2018) muestra que, a través de los diez álbumes que abarcan alrededor de 30 años, Femi es indudablemente el creador más prolífico de música protesta en Nigeria. Añade a esto la madurez de su primer hijo, Omorinmade Kuti. Ahora, a sus 23 años, lanzó su primer single «Free Your Mind» en 2020, con una respetable aclamación en el género afrobeat.
Omorinmade, que nació para convertirse en un artista de afrobeat por derecho propio bajo la mirada de su padre, deja aún más claro que la proximidad de Femi al título del sucesor de Fela no tiene rival.
Sin embargo, no hay señales de que la familia piense dormirse en los laureles del pasado. Ha salido un nuevo lanzamiento, Legacy+,un álbum doble que incluye Stop de Hate (su 11º álbum) y el debut de Omorinmade, For(e)ward, y que une a tres generaciones de la dinastía Kuti.
A través de Legacy+ encontramos una fusión deliberada de la legenda de Fela, la lucha sin tregua de Femi y la proyección de Omorinmade como joven y, posiblemente, futuro afrobeat.
La única advertencia sobre esta cadena es que el último hijo de Fela, Seun Kuti, también artista de afrobeat, presenta el espacio público en Nigeria con los puntos de vista más intelectuales de ningún artista del momento. Tras las protestas de #EndSARS, Seun ha hecho volar cometas con la posibilidad de relanzar el «Movimiento del pueblo» de su padre, un partido político a través del cual Fela intentó presentarse a la presidencia de Nigeria durante la Segunda República.
La verdad es que ningún artista de los años postcoloniales de Nigeria ha contribuido tanto como Fela (y sigue haciéndolo) a los derechos humanos y la justicia social. Por supuesto, deben apreciarse los esfuerzos de Charly Boy, Eedris Abdulkareem, Dede Mabiaku, Lagbaja y Wole Soyinka, pero, tanto en el ámbito musical como en otros, solo Gani Fawehinmi, el difunto abogado de derechos humanos, tiene un registro cercano a la consistencia orgánica para la mejora de las vidas de los nigerianos similar al de Fela.
En pocas palabras, reitero las palabras del cantante y compositor Seyi Sodinmu:
Nunca habrá otro Fela
Fela era el Rey
El Rey de nuestra música
Oh, qué Rey…
El Rey de Kalakuta
Oh, qué Rey…
Desde un santuario en Lagos, nos dio su música
La música de nuestras vidas
La música de nuestro tiempo
El impresionante músico
Un maestro compositor
Canciones de redención
El luchador de la opresión
El orgullo de Nigeria
La superestrella africana
¡Fela!
Nunca habrá otro Fela.
Artículo redactado por Garhe Osiebe, publicado originalmente en inglés por The Conversation y traducido al español por Paula García González.