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África: El emerger económico de un continente

África: El emerger económico de un continente

Rafael Gómez-Jordana Moya

Especialista en servicios financieros y relaciones institucionales

Resumen

¿Podemos considerar el emerger económico “l’émergence économique” [1] como una noción económica o se trata de un mero concepto de marketing destinado a atraer la inversión extranjera?

¿Qué países destacan en su trayectoria de desarrollo como para ser considerados como emergentes o en vías de serlo?

¿Para África este concepto representará reproducir las distintas trayectorias de desarrollo de los grandes países emergentes como podrían serlo China, India o Brasil?

  • Criterios y definiciones

Según el Índice de Emergencia para África 2019 del Observatorio de Emergencia en África OBEMA[2]:

A. El factor institucional es preponderante en el proceso de emergencia económica (el estudio reafirma el papel del Estado en la planificación del desarrollo sin rechazar las virtudes del liberalismo dominante),

B. La elección de instituciones democráticas estables es primordial,

C. El compromiso político es esencial para impulsar las reformas necesarias para las transformaciones estructurales, en particular la de la agricultura, y preservar la calidad de los recursos en favor de un desarrollo sostenible,

D. La calidad del crecimiento es esencial para una emergencia económica acompañada de una reducción significativa de la pobreza y de las desigualdades sociales y territoriales.

El término «emergencia económica» desde su nacimiento en 1980 ha tenido distintas variantes. Así, en 1990 se hablaba de economías emergentes que hacían referencia a aquellos países con tasas de crecimiento elevadas, con una cierta apertura y un modelo de inserción progresiva en los intercambios comerciales, situándolos en la esfera modelo de los nuevos países industrializados (por ejemplo, Corea del Sur en los años 1960-1970). A principios del 2000 ya se hablaba de potencias emergentes con la llegada de los BRICS, donde ya se incluía a Sudáfrica. Algunos organismos multilaterales utilizan la expresión mercados emergentes, como es el caso del FMI que en una lista extensa de 20 países (a excepción de Sudáfrica y, en algunos casos, Nigeria y Egipto) los países africanos no figuran. Luego existen numerosos índices del término con distintas acepciones y conceptos[3]

  • Pero centrémonos en la emergencia económica africana y qué criterios se siguen con respecto del continente.

¿Qué noción de emergencia económica utilizaríamos como base para adentrarnos en África?

Podríamos establecer una serie de criterios más o menos comunes a los países denominados como emergentes, que serían:

  1. Crecimiento económico sostenible en el tiempo (si este concepto de entrada no se cumple, olvidémonos del resto).
  2. Capacidad de insertarse en los intercambios comerciales mundiales y atraer inversión extranjera.
  3. Finalmente, la demografía y la clase media también tienen mucho que decir en lo que respecta al desarrollo de un mercado y su consumo interno.

África en su mayoría no cumplía ninguno de esos criterios y no era considerada como emergente hasta entrado el año 2010.

¿Cómo identificar países emergentes en África? No es tarea sencilla, pues si bien hay algunos países que cumplen con alguno de esos criterios, sin embargo, están aún muy lejos de cumplir con su totalidad. Algunas opiniones señalan a Nigeria, Sudáfrica y Egipto como las principales economías africanas por tamaño del PIB. Sudáfrica, por ejemplo, uno de los ocho países de ingresos intermedios[4] del tramo superior según los datos estadísticos del Banco Mundial,[5] con un ingreso nacional bruto por habitante de $USD 6,040 en 2019 (INB per cápita 2019), es considerado como país emergente. Sin embargo, tanto Nigeria con un INB (ingreso nacional bruto) de $USD 2,030/habitante como Egipto con un INB de $USD 2,690/habitante, países del tramo inferior de ingresos por habitante, son a veces considerados países emergentes. Estas economías son las principales destinatarias de IED (inversión extranjera directa), después de Mauricio, y ellas solas engloban el 35 % de las inversiones en África según el BOPS/FMI[6].

Hay que señalar que los países con mayor crecimiento no necesariamente son aquellos que atraen más capitales a sus economías ni aquellos cuya riqueza no llega a sus poblaciones (crecimiento no inclusivo). Hay países de bajos ingresos que, sin embargo, están comprometidos con determinadas estrategias de desarrollo con el propósito de transformar estructuralmente sus economías hacia una mayor industrialización y un mejor desarrollo de los servicios, contando para ello con un sector privado formal[7], como son los casos de Ruanda, Etiopía y Tanzania. Por ello, los ratios de inversión en dichos países son de media el 25 % del PIB en el caso de Ruanda y el 35 % en los casos de Etiopía y Tanzania en el periodo de 2019, contra una media del 22 % en África subsahariana, pero hay que destacar que son inversiones pertenecientes al sector público. Todavía estos países no atraen suficiente capital extranjero.

  • Dinámicas de emergencia

Aunque en algunos países africanos está en marcha la emergencia económica de sus economías, sin embargo, esta no se puede comparar a la que tuvo lugar con los grandes emergentes (asiáticos principalmente) en la década de 1990 y del 2000. Los países BRICS fueron el 25 % del PIB mundial y el 20 % de las exportaciones de bienes en el 2018, la mayoría de las economías africanas son de menor tamaño y con una débil inserción en los intercambios mundiales tanto comerciales como financieros. Por ejemplo, la emergencia de los países asiáticos se fundamentó en una mano de obra barata poco cualificada, lo que les permitió subcontratar algunas actividades y servicios de las grandes multinacionales e integrarse en las cadenas de valor con una intensiva mano de obra y con un débil contenido tecnológico. Esta estrategia es difícilmente asumible por los países africanos, pues el retraso en la industrialización y en la no automatización de los procesos de producción no les permitirá integrarse en las cadenas de valor, al menos al ritmo que lo hacían en Asia. Algunos países africanos tienen sus planes de emergencia, como son los casos de Senegal, Gabón, Marruecos, Kenia, Ruanda, etc., basados en la diversificación económica (muy necesaria por cierto en términos de creación de empleo, inversión y exportaciones) e identificando sectores prioritarios de desarrollo. Pero para que ello fructifique hay que afrontar algunos desafíos que hay por delante, como son la necesaria mejoría del capital humano para que los jóvenes puedan integrarse en un mercado de trabajo formal, que tengan lugar instituciones con la necesaria buena gobernanza, obligatoriamente invertir en las necesarias infraestructuras y ello con un endeudamiento sostenible.

Vista de Kigali, capital de Ruanda (en 2007). Créditos: Dylan Walters/Flickr, CC BY https://www.ifri.org/fr/espace-media/lifri-medias/emerge-lemergence-de-lafrique
Vista de Kigali, capital de Ruanda (en 2007). Créditos: Dylan Walters/Flickr, CC BY https://www.ifri.org/fr/espace-media/lifri-medias/emerge-lemergence-de-lafrique
  • Conclusión

África dispone de importantes activos que le son propios para emerger como continente. Entre ellos hay que mencionar una importante demografía, la población africana podría llegar a ser de unos 3000 millones de personas según estimaciones para el 2065, siendo además el continente más joven del mundo. Un 30 % de los individuos tendrán entre 15 y 24 años, y las posibilidades de consumo interno creciendo anualmente a un 4 % de media abren indudablemente las puertas a las propias empresas africanas y a la creación de empleo. La integración regional ya iniciada por las distintas organizaciones regionales, como son los casos de la CEDEAO, la SADC, CEMAC, CEEAC, COMESA, etc., dan lugar ahora a una integración a nivel continental con la creación del AfCFTA (Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano). Estas organizaciones materializarán, y así lo esperamos, el posicionamiento de África como un continente emergente.

Referencias bibliográficas

  • República de Senegal “Le Plan Sénégal Émergent”.
  • Hamadou Daouda Y. (2019) Dynamiques, marqueurs et fragilités des trajectoires d’émergence en Afrique subsaharienne.
  • Banco Mundial y FMI estadísticas.
  • L’Index de l’émergence en Afrique 2019. Mamoudou Gazibo et Olivier Mbabi.
  • AFD Agence française de développement (L’économie africaine 2020).
  • Pierre Jacquemot. L’Afrique des possibles : les défis de l’émergence.
  • IFRI Institut français des relations internationales « Ce qui émerge dans l’émergence de l’Afrique ».
  • Le temps de l’Afrique. Jean-Michel Severino et Olivier Ray.
  • Géopolitique de l’Afrique. 40 fiches illustrées. Philippe Hugon et Jean-Christophe Servant.


[1] L’émergence es un concepto estratégico de análisis, pero con varias definiciones.
[2] El Observatorio de la Emergencia en África (OBEMA) es la primera organización dedicada exclusivamente al seguimiento y apoyo de la dinámica de la emergencia en África.
[3] MSCI Emerging markets index. EMBI emerging markets bond index de JP Morgan, así como el de las distintas agencias de rating S&P, Morgan Stanley, Fitch Ratings, etc.
[4] https://blogs.worldbank.org/es/datos/nuevas-clasificaciones-de-los-paises-elaboradas-por-el-banco-mundial-segun-los-niveles-de-ingreso.
[5] El Banco Mundial clasifica las economías del mundo en cuatro grupos de ingreso: países de ingreso bajo, mediano-bajo, mediano-alto y alto. Estas categorías se actualizan todos los años, el 1 de julio, y se basan en el ingreso nacional bruto (INB) per cápita calculado en USD corrientes (utilizando los tipos de cambio del método del Atlas) del año anterior.
[6] Balanza de pagos y posición estadística de inversiones internacionales / https://data.imf.org.
[7] AFD Economía de África 2020/Edición La Découverte.

Artículo redactado por Rafael Gómez-Jordana Moya, investigador y profesional en el ámbito de las relaciones institucionales y servicios financieros con experiencia consolidada internacional dentro y fuera de España, habiendo ejercido labores de dirección y representación en diferentes países en el sector financiero y en servicios de control e inspección de preembarque de mercancías para gobiernos en cumplimiento con los requisitos de la WTO (Organización Mundial de Comercio).

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