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El periodismo a juicio en África: fortaleza y noticias falsas

El periodismo a juicio en África: fortaleza y noticias falsas
Alumnos en uno de los cursos de formación en fact-checking y ciberseguridad digital para periodistas nigerianos. Imagen: Casa África

Las élites poderosas utilizan la narración de noticias falsas para atacar a los periodistas y evadir la rendición de cuentas

Desde el 7 de junio, en cierta medida el mundo del periodismo se ha fortalecido cuando los jueces de un Tribunal Superior de Sudáfrica desestimaron una acusación privada presentada por Jacob Zuma, expresidente del país. Su objetivo era la periodista Karyn Maughan, a quien el tribunal escuchó que había desarrollado una “enemistad extraordinaria”.

Los informes de Maughan incluyeron referencias a documentos sobre la salud de Zuma que ya estaban en el registro público como parte de los giros y vueltas en torno a su libertad condicional médica. En respuesta, el tribunal escuchó que Maughan fue víctima de una campaña sistemática con el fin de silenciarla que incluía intimidación y amenazas físicas tanto en línea como fuera de ella.

En toda África persiste la intimidación de periodistas. Desde el inicio de este año y en medio de una de guerra civil y una lenta transición política, tres periodistas fueron asesinados en Camerún. A pesar de la gran presencia de medios de comunicación, Camerún es uno de los lugares más peligrosos para los periodistas, según Reporteros sin Fronteras. En Senegal, los periodistas se han enfrentado a arrestos arbitrarios, y en muchos lugares, incluyendo el Congo, los medios están controlados por poderosas élites gobernantes.

Sudáfrica tiene la reputación de tomarse en serio su periodismo, considerándolo un pilar importante de la democracia. El Foro Nacional de Editores de Sudáfrica describe el caso contra Maughan como un caso SLAPP, es decir, una demanda estratégica contra la participación pública y parte de una estrategia más amplia de Zuma para limitar su propio tiempo en prisión.

El país tiene una orgullosa historia de periodismo de impacto. El artículo 16A de su Constitución deja claro que los medios son intrínsecos a una democracia funcional. Sin embargo, si bien su Tribunal Superior rechazó lo que muchos consideraban tácticas de intimidación burdas, en gran parte de África este sólido respaldo legal es en gran medida ausente o ignorado.

Los periodistas corren el riesgo de ser atacados personalmente o de que se desestimen sus historias como simples “noticias falsas”

Las leyes y las regulaciones de otras partes del continente, incluida la región de la Comunidad de Desarrollo de África Austral, que limitan la libertad de prensa en la era digital señalan una tendencia preocupante. Abren un nuevo frente para restringir la libertad de prensa en nombre de la seguridad nacional. Recientemente, Amnistía Internacional describió lo se denomina una tendencia “preocupante” de ataques contra periodistas en el este y sur de África.

En el actual entorno de la información, tanto digital como analógico, los periodistas corren el riesgo de ser atacados personalmente o de que se desestimen sus historias como simples “noticias falsas”. Esto significa que las élites poderosas pueden operar sin rendir cuentas.

Un ejemplo claro de ello es una reciente investigación realizada por CBS News sobre las dudosas operaciones y la financiación del grupo mercenario ruso Wagner en la República Centroafricana. Los registros de embarque, los documentos comerciales y los permisos de importación y exportación se recopilaron de manera minuciosa y constituyeron la columna vertebral de dicha investigación.

El informe afirma que Wagner explota los recursos africanos con el fin de financiar guerras, centrándose en la venta ilícita de madera. En respuesta al informe, funcionarios de la República Centroafricana publicaron una declaración en el diario oficial que ocupó las portadas de los medios de comunicación progubernamentales, afirmando que estaban siendo atacados por “noticias falsas”. Cabe señalar que el fundador de Wagner, Yevgeny Prigozhin, es el cerebro detrás de una sofisticada máquina de propaganda que utiliza películas de acción, dibujos animados y documentales para respaldar una narrativa prorrusa. Muchos de estos contenidos se retransmiten en países donde está presente el Grupo Wagner.

Existe desaliento entre los profesionales que luchan por ganarse la vida trabajando como periodistas en África

La estrategia de la República Centroafricana para negar, desviar y difamar proviene directamente del manual de los practicantes de la contrainformación. También rechaza cualquier indicio de responsabilidad por acusaciones que pueden tener serias ramificaciones geopolíticas.

Desentrañar lo que es falso de lo que no es ha generado una industria en crecimiento de verificadores de hechos como África Check y FactCheckHub. Además, con la rápida expansión de las redes sociales en África, la perspectiva de narrativas inauténticas, es decir, “noticias falsas” que contaminan el entorno de la información y desencadenan consecuencias en el mundo real, es significativa. Las narrativas xenófobas dirigidas al público de las redes sociales de Sudáfrica son un ejemplo de ello.

Herman Wasserman, profesor de periodismo en la Universidad de Stellenbosch, señala que “estamos viendo un problema de doble cara”. “Por un lado, hay que corregir la desinformación y las noticias auténticamente falsas. Pero, la narrativa de “noticias falsas” está siendo utilizada como armada por actores del Gobierno para proporcionar una cortina de humo o una coartada para evitar ser considerados responsables”.

Que las narrativas falsas puedan propagarse rápidamente en línea se debe en parte a la incapacidad de los medios de comunicación tradicionales para mantenerse al día con las noticias en línea y verificar correctamente dichas afirmaciones. Muchos miembros de las salas de redacción afirman que la culpa es de la disminución de los ingresos publicitarios, ya que reduce el número de personal experimentado para verificar los hechos y corroborar las fuentes.

El periodismo africano necesita más fondos a gran escala para apoyar a una nueva generación de periodistas e investigadores

Pero también existe una sensación de desesperanza entre los profesionales que luchan a menudo por ganarse la vida trabajando como periodistas en África. Esta es una de las razones por las cuales los donantes extranjeros están introduciendo en sus programas de gobierno la capacitación en periodismo para reforzar, así, los códigos de práctica y ética que sustentan la profesión periodística en todo el mundo.

Si bien Reporteros sin Fronteras, en su informe de 2022, afirma que el panorama de los medios de comunicación se ha abierto de forma ligera en países como Angola y Zimbabue, “en la mayoría de los casos persiste la represión de periodistas disidentes”. Señala que las nuevas leyes que criminalizan el periodismo en línea “han golpeado el derecho a la información”. A la vez, la propagación de rumores y desinformación ha contribuido a socavar el periodismo y el acceso a información de calidad.

El informe señala la urgencia de que el periodismo profesional recupere su posición como custodio de la verdad. Las salas de redacción deben resistir el impulso de perseguir audiencias o recurrir al sensacionalismo y considerar nuevos modelos de financiación. También deben censurar a los periodistas profesionales que ceden ante la oferta de “sobres marrones” o venden su influencia y redes en línea a actores políticos en lugar de responsabilizar al poder. Si bien la economía del negocio de las noticias tradicionales ofrece una lectura desalentadora, donde el periodismo es robusto y razonablemente financiado, debe ser exhibido.

El periodismo sudafricano podría ser un referente para el resto de África. Los programas de intercambio y los esquemas de mentoría pueden ayudar a compartir las mejores prácticas. Pero, en última instancia, el periodismo en África necesita más fondos a gran escala para prosperar y apoyar a una nueva generación de periodistas e investigadores profesionales encargados de dar testimonio y hacer que las élites poderosas rindan cuentas.

Artículo redactado por Karen Allen y publicado en inglés por ISS Today el 26 de junio de 2023.

Artículo traducido al español por Lucía Saucedo para Casa África.

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