La aparición de la pandemia del coronavirus y el cierre de fronteras que la han precedido no han frenado la migración de jóvenes africanos hacia Europa. Al contrario. Como en el pasado, han sido empujados al camino de la inmigración ilegal a causa de la inestabilidad política, la crisis de seguridad y la búsqueda de un mejor estado del bienestar.

¿Por qué se marchan o, más bien, por qué continúan marchándose? Un tema amplio que puede ser analizado desde el punto de vista de la situación económica del país desde donde parten estas personas. Las mismas razones, las económicas, que impulsaban a los primeros inmigrantes a marchar, no parecen haber cambiado. Covid-19 o no Covid-19. Para los que juran con el eslogan “Barça o Barzax” (Barcelona o la muerte, en wolof), la pandemia es solamente un papirotazo.

En Senegal, los periódicos anuncian que 105 candidatos a la inmigración clandestina y 13 contrabandistas fueron interceptados en el intervalo de una semana.

No mucho más tarde, el pasado martes 22 de septiembre de 2020, 14 candidatos a la inmigración clandestina, que se preparaban para llegar a España por vía marítima en una embarcación rústica, fueron interceptados en la ciudad de Tacko, en Rufisque, por la Sección de Búsqueda (SB) de la gendarmería. Según el diario de Dakar Libération, los policías fueron informados de la presencia de un grupo de personas que vivía en una casa en construcción. La SB puso en marcha un plan de vigilancia que dio lugar, al cabo de tres días de intensas observaciones y seguimientos, a sus detenciones.

Las personas interpeladas, 13 de nacionalidad senegalesa y una de nacionalidad maliense, ya habían entregado entre 250.000 y 300.000 francos CFA a dos barqueros de contrabando de los cuales uno ya fue detenido.

En los últimos tiempos, el tema de la inmigración clandestina hacia Europa se ha multiplicado tanto que la prensa senegalesa lo ha convertido en su favorito. El diario gubernamental Le Soleil relata el arresto de 73 personas en camino hacia España. 72 senegaleses y un gambiano, todos con edades entre 18 y 25 años. Entre ellos, había 7 mujeres y  un niño de 2 años. Ellas fueron arrestadas y puestas bajo vigilancia por la gendarmería de Fimela.

Los migrantes clandestinos embarcan a bordo de estas pequeñas piraguas desde el muelle pesquero de Djifer para luego embarcar en otra piragua más grande que les espera en la isla Diogane, en la comuna de Bassoul.

Su plan de llegar a España de forma irregular fue impedido este miércoles 23 de septiembre de 2020, sobre las 22 horas, por los gendarmes que recibieron una alerta. Una investigación ha sido abierta y los cuatro miembros del equipo de la gran piragua fueron también arrestados y puestos bajo vigilancia.

Estas personas corrieron mejor suerte que los tres miembros de una misma familia, residentes de Touba, que perecieron el 3 de septiembre de 2020 intentando atravesar el mar con una piragua y así poder llegar a España.

Según Charlie Yaxley, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados del Mediterráneo, en una entrevista para euronews.com, “numerosos refugiados desean continuar viajando, y esto no ha detenido los barcos. Hay muchos migrantes que desean irse por razones económicas”. (https://fr.euronews.com/2020/08/11/le-covid-19-accelere-t-il-les-arrivees-de-migrants-en-europe-le-hcr-repond-a-euronews)

Estas últimas semanas han estado marcadas por un aumento de llegadas de emigrantes a Europa, particularmente provenientes de Túnez. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados del Mediterráneo, a fecha de 21 de septiembre de 2020, 53.000 migrantes han atravesado el Mediterráneo. Italia, España y Grecia son respectivamente los principales destinos.

Los emigrantes llegan sobre todo desde África del Norte (Túnez, Argelia y Marruecos). La página web de información argelina, aps.dz, visitada el 24 de septiembre, informa de la intercepción, por las unidades de buceos de los guardacostas, en la noche del lunes al martes, de dos embarcaciones a 12 millas náuticas (22 kilómetros) mar a dentro, a unos 10 kilómetros al este de Mostaganem. A bordo, 32 candidatos para la inmigración clandestina. (http://www.aps.dz/regions/110020-mostaganem-mise-en-echec-de-quatre-tentatives-d-emigration-clandestine-et-arrestation-de-51-personnes)

No obstante, África del Oeste no se queda atrás. Costa de Marfil, Mali y Guinea forman el grupo principal.

En esta parte del continente, las recientes crisis políticas pueden explicar la partida de emigrantes hacia Europa. En efecto, Mali está siendo afectado desde hace tiempo por una crisis de seguridad por la presencia de grupos terroristas armados en ⅔ de la superficie del país. Recientemente, el 18 de agosto, un golpe de Estado militar sin derramamiento de sangre finalizó con la destitución del presidente Ibrahim Boubacar Keita.

En Costa de Marfil y en Guinea, los presidentes elegidos aspiran cada uno a conseguir un tercer mandato tras modificar la constitución. Manifestaciones con muertes han tenido ya lugar, a la espera de la gestión de las próximas dos elecciones.

Con la flexibilización de las restricciones en los desplazamientos por todas partes en el mundo, la emigración se retoma con más fuerza motivada, para una gran parte, por la pobreza, los conflictos, el sentimiento de inseguridad y la búsqueda del bienestar.

Artículo redactado originalmente en francés, firmado por el periodista Amadou Ba y traducido al español por Paula Bolaños.

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