“Siempre he sido del Barcelona”, dice René, orgulloso. A sus 27 años, este senegalés presume de ser un auténtico fan del club catalán. En las horas previas al Clásico entre el Barça y el Real Madrid, las calles de Dakar se llenan de personas con la camiseta de su equipo favorito. Todos compiten por demostrar que son fieles seguidores de sus clubes: aprenden los nombres de los jugadores, algunas frases, cánticos e incluso se sumergen en la historia política de los clubes. Si el fútbol es una religión también hay, por supuesto, aquellos que son considerados como herejes: los fans de boquilla, aunque algunos también lo reconocen abiertamente. Son seguidores del éxito de un jugador concreto, y pueden cambiar de camiseta y de equipo cuando su ídolo decida hacer las maletas. Los fans de Cristiano Ronaldo antes seguían al Madrid y ahora, con el mismo ímpetu, siguen a la Juventus de Turín después de que el jugador portugués fichara por los italianos en 2018.

Es ahí donde surge la pregunta clave.

Si Sadio Mané fichara por el Real Madrid, ¿seguirías siendo del Barça?

Los amigos de René ríen y hacen el gesto de quitarle la camiseta del Barça. Insinúan que su pasión por los azulgrana no es tan fuerte. Él sonríe, como certificando las sospechas, pero después se señala el escudo y dice que él se mantendría fiel al Barça aunque la mayor estrella de la historia del fútbol senegalés fichara por su eterno rival.

Con más de mil millones de habitantes, África se ha convertido en uno de los mercados con más potencial para las grandes ligas del planeta. La Premier League inglesa, a nivel de márquetin, es a día de hoy el producto con más éxito del mundo: la temporada pasada llegó a más de 3000 millones de espectadores repartidos en 188 países por todo el mundo. Los únicos países sin cobertura mediática de la competición fueron Moldavia, Afganistán, Cuba, Turkmenistán y Corea del Norte. La presencia de jugadores africanos de gran nivel incrementa aún más el interés por los grandes equipos del fútbol europeo. En ese sentido, la Premier inglesa también aventaja a la liga española: los máximos goleadores de la temporada pasada fueron el egipcio Mohamed Salah, el senegalés Sadio Mané y el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang. En el Liverpool campeón de Europa, además de Salah y Mané, milita la estrella de Guinea Conakry, Naby Keita. En España, la presencia del camerunés Samuel Eto’o en el Barça hasta 2010 multiplicó el interés por el club catalán, pero desde la presencia de Touré Yaya (Costa de Marfil) o Seydou Keita (Mali) en el Barça ha habido pocas figuras africanas en los grandes clubes de España. El único jugador africano que está en un grande actualmente es Thomas Partey (Ghana), que juega en el Atlético de Madrid.

Pese a estar un peldaño por debajo en audiencia y no contar con el factor extra de tener grandes estrellas africanas en la actualidad, la liga de fútbol española lleva tiempo trabajando sobre el terreno y sigue contando con la potencia única de la rivalidad entre el Barça y el Real Madrid como factor de atracción. Kevin Yalale es el delegado de la Liga en Senegal, Mauritania y Costa de Marfil desde hace dos años y medio, y considera que el fútbol juega un papel muy importante en las sociedades africanas: “tiene valores de vida que se ven todos los días en Senegal. Cuando hay un partido de fútbol es el momento que los amigos eligen para reunirse y compartir un momento de alegría juntos.” Pese a jugarse en miércoles, el Barça-Madrid congregó a decenas de personas en el cine del Canal Olympia en Dakar. Ataviados con bufandas y camisetas, los espectadores senegaleses pudieron ver un partido más bien gris que acabó en empate a 0. La Liga es una de las exportaciones más conocidas de España, y el fútbol es también una excusa para promover la cocina española: prueba de ello fue el cocktail de la media parte, donde los senegaleses pudieron probar paella, gambas o pulpo con patatas mientras esperaban ver una segunda parte más interesante. Los segundos 45 minutos fueron decepcionantes, aunque regalaron un momento de tensión con el gol anulado a los madridistas: el griterío se adueñó del cine entre los que eran partidarios de dar el gol por válido y los que celebraban que finalmente no hubiera subido en el marcador.  Todo acabó entre risas.

La Liga Global Network es, según Yalale, el único proyecto de este tipo en el mundo. Su objetivo es acercar a 45 profesionales a los aficionados de todo el planeta para engancharlos a la competición liguera española. Tal y como destacó recientemente la agencia EFE, la Liga también sirve para dar a conocer la cultura española a Costa de Marfil, donde se organizó un seminario para conocer las regiones españoles. Yalale destaca que la liga española tiene colaboraciones específicas con las federaciones africanas, con el objetivo de mejorar el nivel de las ligas de Kenia, Camerún y Tanzania: “No queremos ser la primera liga de esos países, sino la segunda, porque hay que respetar el fútbol local. O respetar los deportes locales, porque hay países como Senegal donde el primer deporte es la lucha senegalesa.”

Este dakarois de adopción considera que África no necesita el fútbol para mejorar su imagen, pero que este puede contribuir a conseguir una mirada más positiva del continente. La liga española se está acercando a los africanos, pero el fútbol también puede servir para que la gente se anime a venir a África: “Lo único que puedo decirles es que vengan para que vean lo increíble que es”, concluye Yalale.

Jaume Portell es periodista especializado en economía y relaciones internacionales, muy vinculado al continente africano, que actualmente reside en Dakar. Ha trabajado para varios medios de comunicación nacionales y colabora con Mundo Negro.