A punto de cumplirse los 50 años de la Revolución de los Claveles, que propicia la descolonización del África portuguesa, recordamos a las mujeres que contribuyeron a la emancipación de Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau, Mozambique y Santo Tomé. Aunque fueron numerosas las mujeres que, avanzadas a su tiempo, combatieron con las armas y la palabra el colonialismo portugués, destacamos a una por país: Josina Machel (Mozambique), Deolinda Rodrigues (Angola), Josefina Chantre (Cabo Verde), Titina Silá (Guinea Bissau) y Alda do Espíritu Santo (Santo Tomé).
En ocasiones desafiando a una sociedad tradicional, que les reservaba un papel secundario frente a los hombres, numerosas mujeres participaron en los movimientos anticoloniales que se crearon en África bajo dominio portugués a partir de los años 60 del siglo pasado. Algunas tomaron las armas, otras se unieron a la guerrilla en el exterior (en Conakri, en el caso del PAIGC, y en Dar es Salaam, en el Frelimo) y muchas formaron parte de las redes de apoyo internas, perseguidas por la temible policía política portuguesa, la PIDE.
Aunque fueron decenas, se recuerdan a unas pocas, en cuya trayectoria se puede resumir la valentía y determinación de unas mujeres africanas adelantadas a su tiempo. En Mozambique, la heroína nacional es Josina Muthemba Machel, nacida 1945 en Inhambane, en el seno de una familia de assimilados que se distinguía por contestar el orden colonial. Muy joven, en la entonces Lourenço Marques (actual Maputo), donde estudia comercio, se une a un grupo de estudiantes, políticamente muy activos. En el punto de mira de la PIDE, huye a Tanzania, con la intención de formar parte del Frelimo, que tiene su cuartel general en Dar es Salaam, pero es detenida por las autoridades británicas en Rhodesia. Tiene 18 años.
Extraditada a Mozambique, pasa cinco meses en la cárcel. Una vez liberada, prepara una nueva huida, que se convierte en una odisea a través de Suazilandia, Sudáfrica, Botsuana y Zambia hasta llegar a Dar es Salaam. Al lado de Janet Mondlane, la esposa del presidente del Frelimo, Eduardo Mondlane, defiende la incorporación de la mujer en el movimiento anticolonial, y la creación del Destacamento Femenino, en 1967, que recibe entrenamiento militar en el campo de Nachingwea, donde conoce al que será su esposo, Samora Machel, quien será en 1975 el primer presidente de Mozambique. En las áreas liberadas del norte del país, bajo control del Frelimo, Josina aboga por la escolarización de las niñas y la creación de escuelas. Diagnosticada de cáncer de hígado, Josina viaja a la Unión Soviética para recibir tratamiento, que no surte efecto. Muere en Dar es Salaam el 7 de abril de 1971, a los 25 años. Para recordar su figura, el Frelimo instaura el 7 de abril como el Día de la Mujer mozambiqueña. Josina es, sin duda, la heroína nacional. No obstante, no debemos olvidar a otras mujeres del Destacamento Femenino, como Paulina Mateus Nkunda, Marina Pachinuapa y Filomena Nashake, que asumirán responsabilidades en el Mozambique independiente.
Fusiladas por el FNLA
Angola tiene cinco heroínas, de orígenes diversos, que tuvieron un final trágico. Fundadoras de la Organización de la Mujer Angoleña (OMA), participaron en el denominado Escuadrón Kamy, del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), levantado en armas contra la presencia colonial portuguesa. Deolinda Rodrigues, prima del poeta Agostinho Neto, quien será el primer presidente de Angola, tiene una sólida formación en humanidades, con estancias en universidades de Brasil y Estados Unidos. No termina sus estudios porque regresa a África con el fin de incorporarse al MPLA, en el enclave de Cabinda. Recibe entrenamiento militar, escribe y aboga por la presencia de la mujer en el movimiento anticolonial. En una de las operaciones del Escuadrón Kamy, su grupo es capturado en marzo del 1967 por el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA), la guerrilla dirigida por Holden Roberto que se enfrenta al MPLA. El grupo, del que forman parte cinco mujeres, es llevado a una base del FNLA en la República Democrática del Congo, cuyo presidente, Mobutu Sese Seko, apoya a Roberto. Las cinco mujeres, trasladadas posteriormente a otra base del FNLA, en Quincuzo, son fusiladas en una fecha indeterminada. Las cinco muertas de forma infame, Deolinda Rodrigues, Lucrécia Paim, Irene Cohen de Brito Teixeira, Engrácia Gaspar dos Santos y Tereza Afonso Gomes, son recordadas cada año el 2 de marzo, fecha de su captura, celebración del Día de la Mujer angoleña.
Ernestina Silá y Carmen Pereira, en Guinea Bissau
En Guinea Bissau, Ernestina Silá, conocida como Titina, destaca por ser una de las primeras mujeres que toma las armas contra los portugueses. Participa en combates al lado de sus compañeros del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC) en el frente norte y organiza los centros de salud rurales tras su formación en la Unión Soviética. El 30 enero de 1973, muere en una emboscada del Ejército portugués en el río Farim, cuando iba a asistir a las honras fúnebres en Conakri de Amílcar Cabral, asesinado el 20 de enero. En su recuerdo, se instaura el 30 de enero como el Día Nacional de la Mujer guineana. Una compañera de Titina, con la que viaja a Kiev a formarse en enfermería, Carmen Pereira, se convierte en 1984 en la primera mujer africana en llegar a la presidencia de un país africano. No obstante, solamente permanecerá en la presidencia tres días, del 14 al 16 de mayo, hasta que entra en vigor la nueva Constitución. La hermana de esta, Francisca, también asumirá altos cargos en el PAIGC y después, tras la independencia, en la administración de Guinea Bissau. No podemos olvidarnos de Teodora Inácia Gomes, con una sólida trayectoria en el movimiento anticolonial, ni de Ana Maria Cabral, esposa de Amílcar Cabral, ni de Amélia Araújo, conocida como Maria Turra, la locutora en lengua portuguesa de Radio Libertação, la emisora del PAIGC. Las tropas coloniales, que también escuchaban sus emisiones, la conocían como Maria Turra, siendo «turra» un apodo despectivo hacia los guerrilleros.
La locutora del PAIGC
En el archipiélago de Cabo Verde, que permaneció al margen de la guerra, muchos jóvenes, como Pedro Pires y Aristides Pereira, se enrolaron en el PAIGC para combatir a los portugueses en Guinea Bissau. Entre las mujeres, citamos a Josefina Chantre, que trabaja al lado de Amílcar Cabral en Conakri. Una vez alcanzada la independencia, en 1975, Chantre participa en la fundación de la Organización de las Mujeres de Cabo Verde (OMCV).
En Santo Tomé y Príncipe, la poeta nacional es Alda do Espírito Santo, quien se implica en el movimiento anticolonial en Lisboa, en los años 50, donde conoce a los angoleños Mário Pinto de Andrade y Agostinho Neto, el mozambiqueño Marcelino dos Santos y el guineano Amílcar Cabral. Perseguida por la PIDE, es encarcelada durante unos meses en 1965. Autora del himno nacional, Independencia Total, Alda do Espíritu Santo ejerce, entre otros cargos, como ministra y presidente de la Asamblea Nacional en los gobiernos encabezados por su partido: el Movimiento para la Liberación de Santo Tomé y Príncipe (MLSTP).
Artículo redactado por Antoni Castel.
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