Desde hace 18 años, la mediateca y las Colecciones de Casa África son un puente firme entre culturas, conformado por conocimiento, memoria y diálogo
El recorrido en el que me he embarcado en los últimos artículos que publico semanalmente, y que utilizo como medio para que puedan internarse en las “tripas” de Casa África, conocer mejor al equipo que trabaja en ella y comprender adecuadamente el trabajo que hacemos, me lleva hoy al que es, probablemente, el corazón palpitante de esta institución: la mediateca.
Se trata de un espacio consagrado al saber y al diálogo, público y abierto a la ciudadanía, que realiza una labor callada pero esencial para el entendimiento entre africanos y españoles, donde el conocimiento y la palabra encuentran su sitio y su sentido. Una labor que fue reconocida el año pasado con el V Premio de Literatura y Letras Africanas otorgado por la Fundación Pájaro Azul y la Universidad de Oviedo, compartido con un sabio africanista, muy querido y admirado en Casa África: el periodista Chema Caballero.
La labor principal de Casa África desde su nacimiento es acercar África a España y favorecer el conocimiento mutuo entre las sociedades africanas y española, derribando estereotipos negativos asociados al continente. Con esta estrategia en mente, consideramos fundamental crear el espacio de la mediateca, que lleva ya 18 años funcionando y que sigue abriendo sus puertas a diario con un equipo pequeño pero poderoso, conformado por Estefanía Calcines y Loly Betancor. Aunque parece limitado, es un equipo muy capaz, en el que han dejado su huella personas como Mario Muñoz o Lidia Rodríguez, además de incontables compañeros de prácticas y colaboradores.
Casa África tuvo claro, desde sus inicios, que la literatura es un vehículo fundamental para sensibilizar y provocar empatía y, siguiendo la premisa del conocido escritor nigeriano Ben Okri, la defiende como un viaje sin billete a otras realidades. La jefa de nuestra mediateca, Estefanía, explica continuamente que, a través de las voces africanas, conocemos más y mejor la complejidad de sus realidades y las cicatrices de su historia, “una historia tergiversada y mal contada, a raíz de la pervivencia de una ‘biblioteca colonial’ que ha pretendido borrar civilizaciones, culturas y lenguas”. Tergiversando, por cierto, un dicho africano, la historia del león siempre será distinta a la del cazador.
En estos años de actividad, Casa África ha alimentado una Colección de Literatura de la que estamos muy orgullosos y que asume la traducción al castellano de obras de autores y autoras africanas. Esta labor nos permite asomarnos a la rica tradición literaria y cultural de África y conocer a personas maravillosas, intelectuales, escritoras y escritores, traductores y editores sin cuya pasión, comprensión y compromiso desinteresado no hubiésemos llegado hasta aquí. Personas como nuestro añorado Antonio Lozano, que fue coordinador de nuestro club de lectura, asesor en la elección de libros y cómplice a la hora de traducir y dar forma a nuestro programa Letras Africanas, que garantiza el contacto directo entre autores africanos y lectores españoles.
Traducimos y publicamos tanto clásicos como autores emergentes, que se codean en una colección de literatura con más de 30 títulos en su haber y que sigue creciendo: entre las publicaciones de este año figuran un título de la joven nigeriana Chinelo Okparanta y otro de la que será la primera autora nigerina que editemos, Antoinette Tidjani Alou.
No nos limitamos solamente a la literatura, ya que también nos dedicamos al ensayo y textos fundamentales de política e historia. En el primer caso, dentro de nuestra Colección de Ensayo prevemos sacar a la luz próximamente la historia del líder anticolonialista congoleño Patrice Lumumba y una reedición, actualizada y revisada, del impresionante “La enseñanza del español en África“, en colaboración con profesores de español del continente africano y con el Instituto Cervantes, entre otros compañeros de proyecto. Sacaremos también el texto ganador del premio de ensayo que organizamos anualmente y cuyo último título publicado es “Socioantropología de la inmigración subsahariana. En el corredor de Rosso, Nuakchot y Casablanca”, de Mbaye Baye Masse. En esta colección podemos encontrar, además, aportaciones al conocimiento en diferentes campos del saber, como el esfuerzo colectivo denominado “Guerra y paz en África”, que recoge textos escritos, traducidos y coordinados por académicos africanos; libros sobre la historia y la economía de diferentes países, como Togo, Somalia, Etiopía o Cabo Verde, o maravillas de los estudios decoloniales, como “Europeos africanos. Una historia jamás contada”, de Olivette Otele.
En cuanto a la Colección Historia y Política, acoge textos fundamentales para la comprensión del continente africano, firmados por algunos de sus intelectuales más reconocidos e influyentes, como Cheikh Anta Diop, Achille Mbembe, Amílcar Cabral, Ifi Amadiume, Donato Ndongo o Joseph Ki-Zerbo.
No quiero cansarles con la enumeración de nuestras publicaciones, que ya llegan a 200 en distintos ámbitos. Solamente quisiera apuntar que también lanzamos catálogos de exposiciones, coediciones y libros de divulgación académica en formato electrónico y en acceso abierto. Todo este ingente trabajo se presentó en foros como el Festival Aké, en Nigeria; la Feria del Libro de Ghana o el Salón del Libro Africano de Abiyán y, próximamente, en colaboración con el Instituto Cervantes de Rabat y la Embajada de España en Marruecos, esta labor se va a dar a conocer en la 30ª edición del Salón Internacional de la Edición y el Libro (SIEL).
En lo que se refiere a colaboraciones con otras instituciones y otras experiencias que fomentan el encuentro alrededor de las letras, quisiera aprovechar la ocasión para invitarles a celebrar este abril, mes del libro por excelencia, escuchando al tándem formado por Meryem El Mehdati y Mohamed El Morabet en La Noche de los Libros de Madrid y a acompañar en nuestra sede y en Tenerife al célebre Boubacar Boris Diop en la presentación de su último texto publicado en español, “Un sepulcro para Kinne Gaajo”. También les avanzo que Abdourahman Waberi participará en el Festival de Cine Africano de Tarifa / Tánger, que Mia Couto estará en Casa de América y en la Feria del Libro de Madrid en junio y que volveremos a colaborar con iniciativas como la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria o el Festival Periplo.
Aunque lo dejamos para profundizar otro día, desde este área de Casa África se gestiona también la labor en redes sociales, tanto de difusión como de atención al público, además del Proyecto Memoria, que, como su propio nombre indica, recupera a través de entrevistas en profundidad los recuerdos y conocimientos de españoles que pasaron gran parte de su vida en el continente africano, o el blog esÁfrica, que edita otra miembro del equipo, Naziha Hage, y que contribuye a la generación de conocimiento y la ampliación del impacto de voces africanas y africanistas en nuestro espacio público. La presencia de Casa África en las principales redes sociales (Facebook, Instagram, X, Bluesky, Linkedin, Youtube, etc.) suma una comunidad de más de 80 000 seguidores, con los que dialogamos y a los que facilitamos información, entretenimiento y herramientas para luchar contra los bulos, la desinformación y los estereotipos que tanto afectan al continente africano. La mediateca también organiza cada año su Encuentro de Biblioteconomía y Sociedad Digital, un espacio de aprendizaje donde comparte experiencias con otras bibliotecas públicas, y dos de los concursos que anualmente lanza Casa África: el de microrrelatos y el de fotografía, ambos promoviendo nuevas narrativas y visiones del continente africano.
La labor de la mediateca de Casa África es, como pueden comprobar, infinita, minuciosa y con vocación de continuidad. No solamente crea comunidad alrededor de los libros: su vocación es todavía más ambiciosa. A través de la atención a investigadores, expertos y estudiantes que trabajan en grados, máster o doctorados, la respuesta a consultas de lectores y clubes de lectura, el fomento de la lectura de autores africanos a través de préstamos interbibliotecarios y el volcado de todos esos conocimientos y contactos en una red, muestra su intención irrenunciable de ofrecer recursos en abierto a todos los amantes del continente africano, convirtiéndose en ese billete sin avión que propone Ben Okri.
Por último, me gustaría mencionar otra iniciativa gestionada por este área que tiene un éxito enorme entre la ciudadanía: los cursos de iniciación al wolof, la lengua más hablada en Senegal, también presente en países como Mauritania o Gambia. En breve abre la inscripción de su 5ª edición, siempre con gran demanda de un público en contacto directo con personas migrantes. Este curso atiende en cada edición a 450 personas interesadas en acercarse a esta lengua y cada año se observa un interés que supera con creces la capacidad del curso, lo cual habla muy bien de la dedicación de profesionales como personal sanitario, voluntario o docente que quiere acoger al migrante usando su propia lengua.
Me gustaría cerrar este artículo con una frase de Mario Vargas Llosa, aún conmovido por el reciente fallecimiento de este grande de las letras, que también escribió y reflexionó sobre África: “África no es un continente homogéneo, sino un universo de culturas, lenguas y visiones del mundo que desafían cualquier generalización”. (Época de bárbaros, 2003)
Los animo a combatir las generalidades que limitan nuestra visión del continente africano visitando nuestra mediateca y a adentrarse en el corazón del conocimiento sobre África, ignorando tinieblas que nunca existieron y descubriendo verdades que solo la literatura y los libros pueden revelarnos.
Artículo de José Segura Clavell, director general de Casa África, publicado en Kiosco Insular, Canarias 7 y Diario de Avisos los días 18, 19 y 21 de abril de 2025.