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Los flujos financieros ilícitos de África

Los flujos financieros ilícitos de África
Los flujos financieros ilícitos privan a los países en desarrollo de los recursos que podrían utilizarse para financiar servicios públicos esenciales. Imagen de Canarias3puntocero
Los flujos financieros ilícitos privan a los países en desarrollo de los recursos que podrían utilizarse para financiar servicios públicos esenciales. Imagen de Canarias3puntocero

Rafael Gómez-Jordana Moya

Especialista en servicios financieros y relaciones institucionales
Los flujos financieros ilícitos privan a los países en desarrollo de los recursos que podrían utilizarse para financiar servicios públicos esenciales. Imagen de Canarias3puntocero
Los flujos financieros ilícitos privan a los países en desarrollo de los recursos que podrían utilizarse para financiar servicios públicos esenciales. Imagen de Canarias3puntocero

Por Rafael Gómez-Jordana. Cada año, enormes sumas de capital se transfieren ilegalmente fuera de los países en desarrollo. Estos flujos financieros ilícitos privan a los países en desarrollo de los recursos que podrían utilizarse para financiar servicios públicos esenciales, ya sea seguridad, justicia o servicios sociales básicos como la salud y la educación, lo que resulta en un debilitamiento de sus sistemas financieros y su potencial económico.

Cuando 1 dólar ingresa en África, 2 dólares se van

Hay tres formas de dinero no registrado que se mueve a través de las fronteras:

  • Corrupto: Ingresos de soborno y robo por parte de funcionarios del gobierno.
  • Criminal: Ingresos del tráfico de drogas, tráfico de personas, falsificación, contrabando e innumerables formas de actividades adicionales.
  • Comercial: Ingresos derivados de operaciones de importación y exportación realizadas con el fin de manipular derechos de aduana, impuestos sobre el IVA, impuestos sobre la renta, impuestos especiales u otras fuentes de ingresos públicos.

Existe una triste paradoja: mientras que en 2018 África recibió $ 29.7 mil millones en asistencia oficial para el desarrollo (AOD), perdió simultáneamente más de $ 50 mil millones en flujos financieros ilícitos (FFI). De hecho, según el último informe provisional del Grupo de alto nivel, la cantidad promedio de FFI que anualmente pierde África es de entre 50 y 148 mil millones de dólares (CEA, 2013). Varias otras estimaciones, incluida la titulada “Financiar la agenda de desarrollo para África después de 2015” muestran que entre 1970 y 2008, los flujos financieros ilícitos hicieron que África perdiera entre 854 y 1.800 millones de dólares, mientras que en este mismo período el continente ha recibido $ 1.070 mil millones en asistencia oficial para el desarrollo (OCDE, 2012a)

Sin esta hemorragia, África podría en teoría prescindir de la AOD Ayuda Oficial al Desarrollo, del peso que supone su deuda externa y poder operar la transformación estructural que tanto necesita.

Aunque es difícil evaluar con precisión la cantidad de flujos financieros ilícitos, debido a su naturaleza secreta, todas las estimaciones muestran que África ha sido un acreedor neto para el resto del mundo, no un deudor, debido a las salidas masivas de capital ilícito del continente.

Un aspecto relevante que hay que considerar es que esos FFI precisamente tienen como destinos a sus principales socios comerciales económicos y que además son sus acreedores y me estoy refiriendo a Estados Unidos, Canadá, Japón, República de Corea, Francia, Alemania, España, etc.) y economías emergentes (principalmente China e India). Por ejemplo, en 2008, más del 75% de las FFI del sector petrolero nigeriano terminaron en solo cinco (5) países: Estados Unidos, España, Francia, Japón y Alemania.

Cada dólar que sale de un país debe terminar en otro. Muy a menudo, esto significa que las salidas financieras ilícitas de los países en desarrollo terminan en última instancia en bancos de países desarrollados como los Estados Unidos y el Reino Unido, así como en paraísos fiscales como Suiza, las Islas Vírgenes Británicas o Singapur.

Esto no ocurre por accidente. Muchos países y sus instituciones facilitan activamente -y obtienen enormes beneficios- el robo de enormes cantidades de dinero de los países en desarrollo. Los países desarrollados tienen la responsabilidad, junto con los países en desarrollo, de reducir el flujo de dinero ilícito:

Los cuatro principales emisores de flujos ilícitos: Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Etiopía, y Nigeria, emiten más del 50 por ciento de los flujos financieros ilícitos totales de África. Entre los mejores 10 emisores de flujos ilícitos, nueve países atribuyen una porción significativa de las exportaciones totales a productos naturales. recursos: productos mineros en Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Botsuana y Zambia, y petróleo y gas en Nigeria, la República del Congo, Angola, Sudán y Camerún. Los recursos naturales brindan a los países oportunidades para expandir el volumen del comercio total, que es correlacionado con el volumen de flujos financieros ilícitos; los estudios también sugieren que las industrias extractivas son particularmente propensas a flujos financieros ilícitos (UNCTAD, 2016).

La gobernanza está en el centro de las respuestas a los desafíos de desarrollo del continente. A pesar del progreso constante realizado en la última década en África, los problemas de gobernanza, incluida la falta de transparencia y responsabilidad, siguen siendo preocupaciones serias que obstaculizan el progreso social, económico y político a diferentes niveles. Los flujos financieros ilícitos (FFI) y la corrupción son graves consecuencias de estos déficits de gobernanza. Incluso si el fenómeno no es específico de África, está claro que es en el continente donde tiene los impactos más negativos debido al pequeño tamaño de sus economías y la fragilidad de sus economías y sus sistemas financieros.

Para el jefe de NEPAD, la lucha contra los flujos financieros ilícitos es parte de un contexto de financiación urgente para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los flujos financieros ilícitos tienen consecuencias directas en el desarrollo y el bienestar de las poblaciones. “Alimentan el crimen organizado, o provienen del crimen organizado y pueden alimentar el terrorismo”, dijo Ibrahim Mayaki,  copresidente del Grupo de Alto Nivel sobre Responsabilidad Financiera Internacional, Transparencia e Integridad para el logro de la Agenda 2030, en una conferencia en Naciones Unidas. “Están desviando recursos que deberían pasar de las necesidades sociales a la corrupción. Esto tiene un gran impacto en las políticas de reducción de la pobreza”, agregó. La erradicación de la pobreza es el primero de los 17 ODS que los estados se han comprometido a lograr para 2030.

África es la región del mundo que tiene la carga tributaria más baja.

En los países africanos, los ingresos fiscales representan solo alrededor del 18% del PIB, mientras que la relación impuesto / PIB promedio es del 34% en los países miembros de la OCDE. Una de las razones de esto es la débil capacidad de algunas administraciones tributarias africanas para aplicar las leyes fiscales y combatir los flujos financieros ilícitos (FFI). África subsahariana tiene, entre todas las regiones del mundo, una de las tasas más altas de FFI. La cantidad perdida anualmente por África debido a los FFI, en gran parte debido a la evasión fiscal, se estimó en más de $ 50 mil millones en 2015. El expresidente sudafricano Thabo MBEKI dijo en la reunión interministerial del Grupo de Alto Nivel de la Unión Africana (HLG) sobre los FFI en Abuja en octubre de 2018 que la pérdida había alcanzado alrededor de USD 80 mil millones en ese momento. En el documento final de la Tercera Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo celebrada en Addis Abeba del 13 al 16 de julio de 2015, los Jefes de Estado y de Gobierno y altos funcionarios se comprometieron a ” No escatimar esfuerzos para reducir de manera apreciable los flujos financieros ilícitos para 2030 con miras a eliminarlos por completo, en particular combatiendo el fraude fiscal y la corrupción, fortaleciendo las regulaciones nacionales e intensificando la cooperación internacional. …

 

 

Uno de los métodos más característicos pertenecientes a la familia de los FFI es

La facturación fraudulenta que ocurre cuando importadores y exportadores de manera coordinada y deliberada adulteran los precios en las facturas de los bienes que comercian como herramienta para trasladar valores de manera ilícita a través de fronteras internacionales, evadir impuestos y/o aranceles aduaneros, lavar dinero procedente de actividades criminales, evadir controles cambiarios y esconder ganancias de capital en el extranjero (offshore).

Al manipular fraudulentamente el precio, la cantidad o la calidad de un bien o servicio en una factura enviada a la aduana, los delincuentes pueden cambiar fácil y rápidamente sumas sustanciales de dinero a través de las fronteras internacionales.

La facturación comercial fraudulenta es el acto de la manipulación deliberada del valor de una transacción comercial falsificando, entre otros, el precio, la cantidad, la calidad y/o el país de origen de un bien o servicio por al menos una de las partes en la transacción.

Este tipo de facturación es un método muy bien implantado para llevar a cabo la realización de flujos financieros ilícitos dentro del sistema internacional de comercio, así como evadir o manipular los regímenes aduaneros de control.

En general, hay cuatro razones principales para facturar fraudulentamente en las operaciones de comercio exterior:

– Lavado de dinero – Los delincuentes o los funcionarios públicos pueden tratar de lavar el producto del delito o de la corrupción.

– Evasión directa de impuestos y derechos de aduana – Al no declarar el valor de las mercancías, los importadores pueden evadir inmediatamente importantes derechos de aduana u otros impuestos.

– Reclamación de incentivos fiscales – Muchos países ofrecen generosos incentivos fiscales a los exportadores nacionales que venden sus bienes y servicios en el extranjero. Los delincuentes pueden tratar de abusar de esos incentivos fiscales sobrefacturando en exceso sus exportaciones.

– Esquivar los controles de capital – Muchos países en desarrollo tienen restricciones en cuanto a la cantidad de capital que una persona o empresa puede aportar o sacar de sus economías. Los inversionistas que intentan quebrantar estos controles de capital suelen facturar erróneamente las transacciones comerciales como una alternativa ilegal a la entrada o salida de dinero en el país.

En su momento algunos gobiernos a través de sus bancos centrales y ministerios de finanzas contrataron la supervisión de su comercio exterior a empresas de inspección (surveyors) para que llevasen a cabo inspecciones de preembarque (PSI:  Preshipment inspection services) ) en los puertos de origen con el mandato de controlar la calidad, cantidad, y precio de las mercancías embarcadas con el propósito de evitar la sobre facturación, la subfacturación y la evasión de tasas fiscales (aranceles) en las distintas aduanas. Hoy estos contratos han caído en desuso, aunque aún quedan vigentes algunos en África e Iberoamérica. Ahora se tiende más bien hacia la mera verificación de la conformidad (VOC).  Hoy es prioritario para los gobiernos apoyar el comercio internacional a la vez que proteger la salud del consumidor, la seguridad y el medio ambiente. La mayoría de las organizaciones nacionales regulares, que actúan dentro de un marco legislativo, abogan por la intervención de terceras empresas independientes como una manera de mantener pleno control sobre las mercancías que entran en el mercado nacional.

Por poner un par de ejemplos:

Etiopía

Programa de verificación de conformidad: El Ministerio de Comercio de la República Democrática Federal de Etiopía ha decidido hacer cumplir las normas obligatorias para mejorar la competitividad y proteger a los consumidores. En consecuencia, en diciembre de 2013 se publicó en el sitio web un aviso a los importadores, que anunciaba que las mercancías importadas en los puertos de entrada, bajo la lista de normas etíopes obligatorias, deberían ir acompañadas de un Certificado de conformidad de un organismo de inspección tercero autorizado del Ministerio de comercio de Etiopía.

El caso reciente de Marruecos[1]

La compañía de inspección X tiene el mandato del Gobierno de Marruecos de implementar el programa para verificar la conformidad de las importaciones de productos bajo la Ley 24-09 sobre la seguridad de los productos y servicios complementada por el Decreto No. 02-212 -502 y la Orden No. 3873-13.

Dependiendo de los productos, la verificación de conformidad se lleva a cabo en el país de exportación o en el destino en los puestos fronterizos. Estos productos están sujetos a regulaciones técnicas específicas o estándares marroquíes obligatorios.

Cada envío está sujeto a verificación y debe ir acompañado de un Certificado de conformidad para el despacho de aduanas en Marruecos.

  1. 1.     Algunas certificadoras han sido designadas por el Ministerio de Industria, Comercio, Verde y Economía Digital para implementar el Programa de Verificación de Conformidad (VoC) aplicable a productos importados en el Reino de Marruecos. El Programa se aplica a los envíos enviados a partir del 1 de febrero de 2020. Es el caso de Applus España, Bureau Veritas, y TÜV Rheinland con los objetivos de mejorar la seguridad y calidad del producto Protección del consumidor y del medio ambiente Facilitación del comercio

Un tercer ejemplo de una PSI sería Liberia

  • Servicios de inspección previa al envío para importaciones marítimas: calidad (mediante inspección visual), cantidad, clasificación aduanera, valor para fines aduaneros (según la definición de valor de Bruselas), sellado de FCL y pegado de mercancías enviadas como carga suelta o en LCL, Conciliación posterior al despacho de declaraciones de importación y recaudación de ingresos; Servicios de inspección previa a la expedición de exportaciones, calidad, cantidad, precio.
  • Inspección documental de destinos para importaciones aéreas: clasificación aduanera, valor para fines aduaneros (según la definición de valor de Bruselas) según los documentos proporcionados por el importador. Emisión de un certificado de inspección documental. Inspección física en Liberia.Parte contratante:  Autoridad Fiscal de Liberia y Ministerio de Comercio e Industria

Conclusión

Los movimientos trasnacionales de flujos financieros ilícitos oscilan entre USD 1 y USD 1,6 billones, una cifra que hace parecer insignificantes los USD 135 mil millones de ayuda externa anual. Desde la década de 1970, solo los países africanos experimentaron fugas de capitales por USD 1 billón, mientras que la suma de todas sus deudas externas no supera los USD 200 mil millones. O sea, África es uno de los principales acreedores netos del planeta, pero esos activos están en manos de una élite rica y protegidos por el secreto del mundo offshore; mientras que el peso de sus deudas recae sobre los hombros de la amplia mayoría de la población africana.

 

Referencias bibliográficas

 

  • GLOBAL FINANCIAL INTEGRITY (2012), Illicit Financial Flows from Developing Countries 2001-2010, Dev Kar and Sarah Freitas, Global Financial Integrity, Washington, DC, disponible à: www.gfintegrity.org/content/blogsection/11/75
  • Accélérer le Programme d’Action de Lutte contre les FFI dans les Pays Africains Global Financial Integrity TrustAfrica Tax Justice Network-Africa (TJN-A) Pan African Lawyers’ Union (PALU) Centre Régional Africain pour le Développement Endogène et Communautaire (CRADEC) Civil Society Legislative Center (CISLAC) Janvier 2017
  • Transparency International Secretariado Internacional Alt-Moabit 96, 10559 Berlín, Alemania
  • Bureau veritas,SGS,Intertec
  • ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN 2019 Transparency international
  • El Índice de Secreto Financiero (FSI) clasifica a las jurisdicciones de acuerdo a su secreto financiero y la dimensión de su actividad financiera offshore. Un ranking políticamente neutral para entender el secreto financiero global, los paraísos fiscales o jurisdicciones del secreto, y los flujos financieros ilícitos o la fuga de capitales.

 


 Rafael Gómez-Jordana Moya es investigador y profesional en el ámbito de  las relaciones institucionales y servicios financieros con experiencia consolidada internacional dentro y fuera de España, habiendo ejercido labores de dirección y representación en diferentes países en el sector financiero, y en servicios de control e inspección de pre-embarque de mercancías para gobiernos en cumplimiento con los requisitos de la WTO (Organización Mundial de Comercio).

Otros artículos del autor en este blog:

África: consecuencias económicas de una pandemia

África en el largo plazo

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