Search
Close this search box.

La Feria Internacional del Libro de Zimbabue. Un momento de pena y promesa

La Feria Internacional del Libro de Zimbabue. Un momento de pena y promesa
Feria del Libro de Zimbabue. Imagen: © Gerard van de Bruinhorst en Wikimedia Commons

Solo tres años después de la prolongada guerra de liberación que forzó a millones de niños a huir del colegio, la Feria Internacional del Libro de Zimbabue (ZIBF, por sus siglas en inglés ‘Zimbabwe International Book Fair’) apareció en la escena de la comercialización de libros de la joven nación cuando el país más lo necesitaba. Por aquel entonces, en 1983, millones de niños volvían a la escuela y cientos de adultos recién liberados salían ansiosos por leer y conocer más sobre el mundo. Con tanta demanda de libros, el auge de la ZIBF fue tan espectacular que, a principios de los noventa, era una de las principales ferias del libro de África. A día de hoy, la ZIBF es una pálida sombra de lo que fue, pero, en un país con una cultura de la lectura tan arraigada, aún hay esperanzas de que algún día conserve su gloria pasada.

Los días de gloria

Durante su apogeo en los años ochenta y noventa, cuando no existían Internet ni la tecnología digital, la ZIBF era una gran oportunidad anual para que los distintos agentes locales de la industria editorial establecieran vínculos y asociaciones. Cada feria anual solía atraer a muchos autores de renombre, editores y compradores de libros de todo el mundo. Además del comercio de libros, la feria era igualmente famosa por sus espectáculos paralelos, como concursos de lectura para niños, literatura en vivo, poesía y muchos otros emocionantes eventos literarios. En 1997, la ZIBF se convirtió en la primera organización africana en recibir el Premio Príncipe Claus de Cultura y Desarrollo.

«Era un acontecimiento grande y emocionante y todos, autores, editores, bibliotecarios y estudiantes, esperaban con impaciencia la próxima feria», recuerda Tinashe Machingura, bibliotecaria jubilada de un instituto. «La ZIBF contribuyó a fomentar una sólida cultura de la lectura y la escritura en Zimbabue y también impulsó nuestra tasa de alfabetización, que sigue siendo una de las más altas de África».

Tiempos difíciles para la ZIBF

Aunque el ascenso de la ZIBF fue repentino, su declive, iniciado a principios de la década de los 2000, fue gradual y previsible. En aquella época, Zimbabue se embarcó en una polémica reforma agraria que supuso la subdivisión de algunas granjas propiedad de blancos y su adjudicación a miles de negros sin tierra. La reforma agraria y las sanciones de los países occidentales que la siguieron afectaron gravemente a todos los sectores de la economía basada en la agricultura de Zimbabue, incluida la industria editorial. Durante aquellos años de hiperinflación, a poca gente le sobraba el dinero para comprar libros, muchas editoriales y librerías importantes cerraron sus puertas y los principales patrocinadores de ferias retiraron su financiación.

«Fue una época sombría para la industria del libro», explica Tineyi Muchena, que regentaba una pequeña librería en Harare. «Teníamos pilas de libros que se amontonaban en nuestro almacén sin ningún comprador».

En la misma década, la revolución tecnológica y digital mundial hizo que muchos autores cambiaran su forma de escribir, mientras que los consumidores de libros se pasaron a los aparatos digitales para leer. Esta revolución, unida a la piratería desenfrenada, afectó negativamente a la industria editorial de todo el mundo y, del mismo modo, la ZIBF no se libró de los daños. Uno de los libros más afectados por esta tendencia es la Biblia. En las iglesias de Zimbabue, muchos cristianos, incluidos sacerdotes y pastores, leen ahora el libro sagrado desde sus teléfonos.

En 2008, los problemas a los que se enfrentaba la ZIBF eran tantos que por primera vez no pudo organizar la feria ese año y tampoco el siguiente. En los años siguientes, la feria estaba evidentemente en declive y se organizó lo que algunos llamaron «mini ferias del libro» solo para mantener vivo el espíritu de la ZIBF. En 2020 y 2021, el brote de COVID-19 acechó las dos ediciones e, inevitablemente, ambas se cancelaron.

El futuro y el dilema de la ZIBF

A pesar de los retos económicos a los que se enfrenta el país, la cultura de la lectura y la escritura sigue siendo muy fuerte entre los zimbabuenses y, últimamente, el país está experimentando un aumento del número de escritores, editores y librerías. En los dos últimos años, tras el brote de COVID-19, la ZIBF organizó dos ferias de relativo éxito en comparación con muchos otros años de la última década. Para mantener viva la tradición de la feria del libro, la ZIBF también organiza ferias del libro más pequeñas y localizadas en otros centros fuera de la capital, Harare, como Masvingo, Mutare y Bulawayo. Otras ferias, festivales o plataformas que complementan la labor de la ZIBF, como el Harare Open Book Festival (HOBF) y Amabooks, son otro recuerdo siempre presente de la ZIBF.

El director general interino de la ZIBF, Memory Chirere, es optimista y cree que la feria anual del libro recuperará algún día su brillo perdido, ya que la cultura de la lectura sigue viva en Zimbabue. En su opinión, a pesar de los avances tecnológicos, el libro impreso seguirá formando parte de la cultura de lectura de Zimbabue durante muchos años. Memory, que también es un escritor consagrado, atribuye los retos a los que se enfrenta la industria del libro en Zimbabue a la actual situación económica del país.

«Muchas editoriales zimbabuenses importantes están cerrando porque no pueden sobrevivir en la difícil situación económica actual y nuestros patrocinadores tradicionales, como es lógico, no tienen dinero de sobra», afirma. «En cuanto a este año, aún no hemos fijado las fechas de la ZIBF anual, pero, si la economía mejora, sin duda presenciaremos una ZIBF rejuvenecida en el futuro».

De un modo u otro, la ZIBF, que se celebra anualmente en los extensos jardines de Harare, ha contribuido en gran medida a que los zimbabuenses valoren la educación.

Gracias a la ZIBF, hoy en día la mayoría de las familias zimbabuenses dan prioridad a la educación por encima de todo y muchos padres hacen todo lo que pueden para que sus hijos reciban la mejor educación posible. En África, Zimbabue tiene una de las tasas de alfabetización más altas del continente y sus profesionales bien formados son muy apreciados en muchos países del mundo.

Mientras tanto, no cabe duda de que los zimbabuenses cultos comprenden cómo la tecnología e Internet se han convertido en la nueva normalidad en la edición y lectura de libros. Inteligentemente, muchos autores se están adaptando a la nueva normalidad utilizando plataformas de publicación de libros en línea y tiendas en línea.

«Leer desde una tableta puede ser genial y cómodo, pero, como autor y ávido lector, me siento más relajado y concentrado cuando tengo un libro real en mis manos», dice Charles Kungwenge, un profesor de Derecho de Zimbabue y escritor con muchos títulos en Amazon. «Sin embargo, la ZIBF tiene una gran tarea por delante para mantener la relevancia de los libros impresos y de la propia ZIBF entre una generación conocedora de la tecnología».

Artículo redactado por Cecil Dzwowa y traducido por Casa África. Traducción: Vicky González.

Imagen: By Gerard van de Bruinhorst – Sent by email by the photographer., CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37334601

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

También te puede interesar