Ebrahim Hussein y Penina Muhando: gran literatura en suajili

Ebrahim Hussein y Penina Muhando: gran literatura en suajili
Swahili word on wood stamps stack on books por Vinnstock
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Antoni Castel

Doctor en Ciencias de la Comunicación, miembro de GESA

Desconocidos más allá del ámbito lingüístico de la lengua en que escriben, el suajili, Ebrahim Hussein y Penina Muhando destacan por su calidad literaria, sus aportaciones al teatro africano y su valiente crítica social. Dos autores tanzanos que podrían figurar en el canon de la literatura mundial si no fuera porque eligieron escribir en una lengua africana.

A Ebrahim Hussein, lo recuerdan bien los estudiantes de suajili en Tanzania porque uno de sus libros más célebres, Kinjeketile, es de obligada lectura. Escrito en 1965, con tan sólo 23 años, narra la epopeya de Kinjeketile Ngwale, quien encabezó la rebelión de los Maji Maji contra la colonización alemana en 1905. Kinjeketile, al que se creía con poderes sobrenaturales, alentó a los campesinos a oponerse a la explotación colonial, que les forzaba a cultivar algodón para la exportación.

Armados con lanzas y flechas, los rebeldes fueron masacrados por un Ejército dotado de armas modernas. En dos años de revuelta, murieron más de 100.000 personas, muchas de ellas de hambre, a causa de la política de tierra quemada aplicada por Gustav Alfred von Götzen, el gobernador del África Alemana del Este. Kinjeketile murió al comienzo de la rebelión, en la horca, tras su captura por las tropas alemanas. Por su osadía al desafiar a un imperio europeo poderoso, Kinjeketile, al que sus seguidores llamaban Bokero, es considerado el precursor del nacionalismo tanzano, y su revuelta, un ejemplo que inspiró a mediados del siglo pasado a los kenianos del Mau Mau, levantados contra la presencia colonial británica.

Crítico con Julius Nyerere

Aunque permanece alejado del debate público, Ebrahim Hussein deja ver en sus obras de teatro, principalmente en Mashetani, Jogoo Kijijini y Arusi, escritas en 1971, 1976 y 1980, respectivamente, su decepción por el devenir de la joven república bajo la presidencia de Julius Nyerere. El autor es muy crítico con el modelo socialista de las ujamaa (ujamaa en suajili significa trabajar y vivir juntos) desarrollado por Nyerere y la corrupción de los dirigentes.

Innovador, al punto de ser considerado uno de los creadores del teatro experimental africano, Ebrahim Hussein compagina la creación literaria con la teoría. El resultado de su reflexión acerca del teatro y la cultura suajili se concreta en su tesis doctoral, defendida en la Universidad Humboldt de Berlín, en la entonces República Democrática Alemana (RDA), en 1973, titulada “Sobre el desarrollo del teatro en África del Este”.

La trayectoria literaria y académica de Ebrahim Hussein se parece mucho al de la escritora Penina Muhando. Nacida en 1948, Muhando también opta por escribir en suajili, teorizar acerca del teatro africano, defender el panafricanismo y arremeter contra el colonialismo. Entusiasta al principio del modelo de socialismo africano desarrollado por el presidente Nyerere a partir de 1967, al cabo de unos años llega el desencanto.

De su primera etapa, de fervor revolucionario, nos deja Hatia (Culpabilidad) en 1972. El distanciamiento del proyecto de Nyerere es evidente en otra obra de teatro, Nguzo Mama (1982). Posteriormente, la crítica a la corrupción del régimen arrecia en Lina Ubani, escrita en 1984, y Mitumba Ndui (1989).

Su carrera académica también es brillante. Doctorada en Lingüística por la Universidad de Dar es Salaam, en la que da clases, investiga sobre las artes teatrales africanas. Su obra más reconocida es Culture and Development: The Popular Theatre Approach in Africa, escrita en 1991.

La ingente obra de Shaaban Robert

Ebrahim Hussein y Penina Muhando son dos referentes en la literatura en suajili pero no los únicos. Del periodo precolonial, destaca Shaaban Robert (1909-1962), al que se reconoce su contribución a la normalización del suajili como lengua literaria. Nacionalista, próximo a quien será el primer presidente Nyerere, defensor de los derechos de las mujeres y de la convivencia religiosa, Shaaban Robert escribió poesía, ensayo, ficción. Una obra ingente, leída en todo el ámbito lingüístico suajili, en Tanzania pero también en Kenia y Uganda, tres países en que es lengua oficial. Numerosos parlantes del suajili viven en el este de la República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi y el norte de Mozambique.

En este breve texto, no podemos dejar de citar a los también tanzanos Muhammed Said Abdullah (1918-1991), Euphrase Kezilahabi (1944-2020) y Ben Rashid Mtobwa (1958-2008). El primero es el creador del detective Bwna Msa, protagonista de varias novelas muy populares en Tanzania y Kenia. El segundo, innovador en la poesía en suajili al no respetar las rígidas reglas métricas, es más conocido por su novela corta Rosa Mistika, escrita en 1971, prohibida en su momento al basarse en los abusos sexuales sufridos por las alumnas por parte de sus profesores. En cuanto a Mtobwa, es un autor de éxito gracias a las novelas de aventuras del investigador Joram Kirango.

Abdilatif Abdalla, el poeta encarcelado

Entre los escritores en lengua en suajili de Kenia, destacan James Mbotela, Abdilatif Abdalla, Katama Mkangi y Ali Jemaadar Amir. Mbotela es reconocido por su obra acerca de la esclavitud, publicada en 1934, Uhuru wa Watumwa, cuya traducción sería Libertad para los esclavos. Abdilatif Abdalla es un poeta, encarcelado por el régimen de Jomo Kenyatta de 1969 a 1972. En la cárcel escribió su celebrado poema Sauti ya Dhiki (Voz de la agonía), que recibió el Premio de Literatura Jomo Kenyatta.

En cuanto a Katama Mkangi (1944-2004), también conoció la cárcel por su actividad política, en este caso en contra del presidente Daniel Arap Moi, que sucedió a Kenyatta. En la lista, sin pretensiones de ser exhaustiva, no pueden faltar Ali Jemaadar Amir (Nahodha Fikirini ) y PM Kareithi (Kaburi Bila Msalaba), relato en el que aborda la revuelta anticolonial de los Mau Mau contra los británicos.

Abdulrazak Gurnah, el Nobel

Aunque escribe en inglés, no podemos dejar de citar a un escritor de origen tanzano, concretamente de la isla de Zanzíbar, Abdulrazak Gurnah, galardonado con el premio Nobel de Literatura en 2021. Al igual que en otros autores del África del Este, como el propio Ebrahim Hussein, la colonización alemana, y sus perniciosos efectos sociales y económicos en la sociedad a la que pretenden someter, alimenta la literatura de Gurnah.

En dos de sus obras, Paradise (Paraíso en la edición en español), escrita en 1994, y Afterlives (La vida después), del 2020, Gurnah recrea un universo de violencia, despotismo y arbitrariedad, en el que la vida de los africanos, tenidos como subhumanos, no cuenta. En Afterlives, el escritor, formado en universidades británicas, recrea el levantamiento de los Maji Maji contra el poder alemán, en una guerra desigual que dejó miles de muertos. “Los alemanes han matado a tanta gente que el país está lleno de cráneos y el suelo está empapado de sangre”, escribe Gurnah. Los lectores en suajili pueden leer Paradise en dicha lengua, con el título de Peponi, en una traducción de Ida Hadjivayanis.

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