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El ojo racista del fotógrafo

El ojo racista del fotógrafo
Enaltecer las imágenes que rebajan al ser humano negro, que lo muestran bajo aspectos de extrema vulnerabilidad so pretexto de hacer arte o fotoperiodismo, es también una forma de racismo. Imagen de Neonbrand para Unsplash
Enaltecer las imágenes que rebajan al ser humano negro, que lo muestran bajo aspectos de extrema vulnerabilidad, so pretexto de hacer arte o fotoperiodismo, es también una forma de racismo. Imagen de Neonbrand para Unsplash
Enaltecer las imágenes que rebajan al ser humano negro, que lo muestran bajo aspectos de extrema vulnerabilidad so pretexto de hacer arte o fotoperiodismo, es también una forma de racismo. Imagen de Neonbrand para Unsplash
Enaltecer las imágenes que rebajan al ser humano negro, que lo muestran bajo aspectos de extrema vulnerabilidad, so pretexto de hacer arte o fotoperiodismo, es también una forma de racismo. Imagen de Neonbrand para Unsplash

Por Mamadou Gomis. El racismo es sutil. Hacer hablar a su objetivo poniendo de relieve tan solo las “malas” imágenes visuales de una parte del mundo, el de los seres negros, es una forma de racismo. Es peligroso. Solo se ve la imagen, no al que sostiene el objetivo. Tampoco se ve el ojo del fotógrafo ni la perspectiva desde la cual mira con su aparato de fotos. El odio visual es peor aún que la imagen real que produce.

A través de la fotografía, necesitamos amor, pasión, y no odio visual hacia los seres humanos. Enaltecer las imágenes que rebajan al ser humano negro, que lo muestran bajo aspectos vulnerables o tristes, so pretexto de hacer arte o fotoperiodismo, no debe hacernos soñar. Todos los seres humanos son iguales, se nos dice, así pues, mostremos al ser humano en sus diversas situaciones y no al ser humano bajo el prisma único de su color.

Quienes muestran al negro vulnerable y quienes los recompensan son propagadores de odio. Son verdaderos obstáculos para la lucha contra el racismo. Y el fotógrafo que inmortaliza esos “contra-valores” de la dignidad del ser humano no debería verse celebrado. Y sin embargo, a menudo, se ve recompensado. Recibe su recompensa después de haber linchado visualmente a unos negros. Martin Luther King decía : “Una ley no podrá nunca obligar a un hombre a amarme pero es importante que esta le prohíba lincharme.”

Negativos de guerra, de niños soldados, de mujeres refugiadas huyendo, la mirada llena de angustia, del infierno de la violencia: nada hermoso se ofrece a la mirada con eso. Deberíamos entender que las imágenes de la guerra no solo “chocan” sino que además hieren por culpa de la sur-mediatización. Debemos comprender también que las fotos tomadas de niños, de mujeres que viven en zonas de extrema pobreza no cautivan sino que agreden. Y el malestar se extiende a través de los medios y de las exposiciones de fotos. Y eso es espeluznante.

Mamadou Gomis es fotógrafo e investigador, presidente de la Federación Africana de Arte Fotográfico (FAAP).

Artículo traducido para Casa África por Pedro Suárez.

Otros artículos de Mamadou Gomis en este blog:

Imagen de Serigne Touba: análisis de un fotógrafo

 

 

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