Lubumbashi es una ciudad de la región de Katanga, rica en minerales, en el sur de la República Democrática del Congo (RDC)
Es posible que muchos no hayan oído nada sobre este tema, pero Lubumbashi y la región que la rodea han estado en el foco de la geopolítica mundial desde inicios del siglo XX. Esta zona proporcionaba cantidades inmensas de cobre, metal que contribuyó a electrificar el planeta en los 1900. De aquí procedía también todo el uranio necesario para las bombas atómicas utilizadas en la Segunda Guerra Mundial.
La demanda mundial de estos minerales costó muy cara. Lubumbashi se desarrolló como una ciudad dividida en la que el alojamiento y el trabajo estaban segregados por lugar y raza. Se explotaba a los trabajadores congoleños, se abusaba de ellos y se les gravaba para llevar a cabo estrategias urbanísticas y mineras que remodelaran la sociedad.
La historia se repite. Ahora es el neocolonialismo el que da forma a la extracción de los recursos de RDC.
Hoy en día, el sur de la República Democrática del Congo produce más del 70% del cobalto en el mundo. El cobalto es un mineral esencial para la descarbonización, una estrategia para reducir las emisiones nocivas de dióxido de carbono. El cobalto está presente en las baterías de los coches eléctricos, de los teléfonos, de los ordenadores portátiles y en los sistemas de almacenamiento de energías renovables.
Como lo fueron las del cobre y del uranio antes, la minería de cobalto se ha asociado con la explotación masiva y la explotación infantil. La corrupción y el acaparamiento por parte de las élites siguen siendo factores determinantes en la minería en la RDC.
Somos académicos que investigan sobre urbanización, minería y sostenibilidad así como sobre urbanismo y gestión medioambiental. Nuestra publicación reciente señala que las ciudades africanas como Lubumbashi son el centro de sucesos que han dado forma al mundo moderno, y que aún así, se las ignora de forma lamentable en la teoría urbanística mundial (pensar en cómo se forman y desarrollan las ciudades) y en la geografía urbana.
Centrarse en el Norte Global e ignorar el sur genera una enorme falta de datos y contribuye a que las políticas urbanas sean desiguales y obsoletas.
También defendemos que las violaciones de los derechos humanos y los riesgos que supone la minería de cobalto son nuevas formas de continuar con las viejas prácticas colonialistas. Despojan al territorio y a su gente de los recursos sin que se les pague por ello. Ofrecen minerales sostenibles al Norte Global a expensas de las vidas del Sur Global.
La descarbonización mundial y las ciudades sostenibles son esenciales si queremos reducir la huella de carbono de las ciudades y descarbonizar las economías ante la crisis climática.
Por lo tanto, la historia de Lubumbashi puede ayudar a entender mejor los costes históricos y humanos de los minerales que dan forma a las ciudades, y en definitiva, al mundo.
Breve historia de Lubumbashi
Originalmente Lubumbashi recibía el nombre de Elisabethville. Se consolidó en 1910 por la Bélgica colonialista precisamente para extraer cobre para su comercialización mundial. Esto se llevo a cabo a través de una empresa llamada Unión minera del Alto Katanga (UMHK por sus siglas en francés).
Algunas empresas concesionarias tuvieron inmensos beneficios en el Estado Libre del Congo entre 1885 y 1908. El país entero era propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica. Estas empresas tenían derecho a extraer minerales y caucho a través de los impuestos del pueblo local.
The Belgian Compagnie du Katanga (que posteriormente fundaría la UMHK) tenía como objetivo establecer la infraestructura física y económica de la región. A cambio de sentar las bases para las industrias extractivas, que pronto tendrían su central en Elisabethville, la compañía recibió un tercio de todas las tierras desocupadas en Katanga. Los belgas establecieron un horno de fundición de cobre y construyeron carreteras, y se estableció también, una oficina central para supervisar la expansión de Elisabethville.
Uno de los primeros métodos de control sobre la población rural local fue el «hut tax» o impuesto a las cabañas, que debían pagar para vivir en Lubumbashi. Más tarde, se introdujo el «head tax» o impuesto de capitación, para conseguir fondos para la gestión colonial.
Elisabethville fue el instrumento para asegurar que la ocupación se llevase a cabo. De este modo impedían también la posibilidad de que los británicos ocuparan el territorio. Los belgas distribuyeron Elisabethville reproduciendo las fórmulas urbanísticas y la segregación racial de la organización cuadriculada de Bulawayo en Rodesia del sur (parte de lo que hoy en día es Zimbabwe) y de Johannesburgo en Sudáfrica.
La UMHK dominó la economía colonial mientras aumentaba la demanda mundial de cobre. La UMHK también indicaba qué semillas debían plantarse para la agricultura, disolviendo así los mercados locales y a los trabajadores forzosos.
La demanda de cobre era tan elevada porque es un material que conduce electricidad y no es corrosivo. Conectaba telégrafos y cables de transmisión eléctrica por todo el mundo.
La minería de cobre sirvió como trampolín para que la UMHK extendiera su influencia. Se construyeron ferrocarriles, ciudades, campos de trabajo y canteras de minería por todo Katanga.
Esto permitió que la UMHK tuviera acceso a la extracción de otro recurso que daría forma al mapa geopolítico mundial: el uranio (que extraían de la mina de Shinkolobwe en Katanga).
La presencia colonialista belga fue la que permitió que EE. UU. tuviera acceso a reservas de uranio mientras trataban de vencer a Alemania en la carrera por crear armas atómicas. Todo el uranio utilizado en la creación de las bombas empleadas en Hiroshima y Nagasaki procedía de Katanga.
Esto resalta la trascendencia mundial del impacto de las cadenas de suministro de minerales del Sur Global, aunque no se ponga realmente el foco en ellas. No se puede minimizar el impacto que tiene el control sobre los minerales de Lubumbashi sobre este acontecimiento histórico mundial.
Katanga se separó del Congo durante tres años, 11 días después de independizarse de Bélgica en 1960. La lucha por el control de los recursos de Katanga llevó al asesinato del primer líder por la independencia, Patrice Lumumba; asesinato apoyado por EE. UU. y Bélgica.
Tras un golpe de estado en 1965, Mobutu Sese Seko se convirtió en el presidente de Zaire (la actual RDC) y nacionalizó la UMHK un año más tarde. Mobutu fue presidente durante casi 32 años, y su régimen estuvo caracterizado por la corrupción autocrática y la explotación económica.
Descarbonización mundial y del cobalto
El crecimiento de la tecnología moderna depende, en parte, de la extracción de cobalto en RDC para su exportación, sobre todo hacia China.
El cobalto se extrae como un subproducto de la minería de cobre. La minería artesanal y a pequeña escala, y la explotación infantil siguen siendo características destacadas de la extracción de cobalto en RDC. Estos mineros casi no reciben ayudas y en ellos se refleja la marginación estructural histórica de la región.
Lubumbashi es la sede minera del sur de la RDC, y otras ciudades como Kolwezi han crecido rápidamente como respuesta al aumento de la demanda de cobalto. Las antiguas desigualdades espaciales y relativas a la mano de obra se están repitiendo y extendiendo en el presente.
El empobrecimiento de la RDC avanza rápidamente, mientras compañías mineras de Sudáfrica, Kazakh, Suiza y, cada vez más influyente, China, mantienen sus prácticas de extracción excluyentes, de desplazamientos sociales y de corrupción política.
Por qué importa
Nuestra investigación muestra la importancia de conocer y entender la historia de las extracciones y de los asentamientos urbanos en esta región, para sacar a relucir las nuevas formas de antiguas prácticas asociadas a la descarbonización. Creemos que es una forma de perpetuar el poder colonial, con el neocolonialismo.
Los debates actuales sobre las desigualdades mundiales asociadas a la descarbonización subrayan cómo las poblaciones africanas tienen que lidiar con condiciones de vida nefastas mientras el Norte Global se desplaza hacia las tecnologías con bajas emisiones de carbono. Debemos encontrar una manera de distanciarnos de las economías dependientes del carbono para no repetir las desigualdades coloniales.
Lubumbashi muestra la importancia de las ciudades y los recursos africanos en el entendimiento del desarrollo mundial y de los asuntos geopolíticos.
Para que la descarbonización sea justa con la sociedad y con el medioambiente, debe tener en cuenta las personas, los lugares y el medioambiente en los que se basa el futuro de la tecnología baja en carbono. La historia de Lubumbashi muestra lo difícil que resulta esta tarea.
Artículo escrito por Brandon Marc Finn y Patrick Brandful Cobbinah, publicado originalmente en inglés en The Conversation y traducido al español por Marina Rodríguez Romero para Casa África.