La larga lucha de Mozambique por construir una nación a través de cuatro novelas

La larga lucha de Mozambique por construir una nación a través de cuatro novelas
Maputo is the capital, and largest city of Mozambique. Imagen de Bruno para Adobe Stock
Maputo is the capital, and largest city of Mozambique. Imagen de Bruno para Adobe Stock

La larga historia de Mozambique para construirse como país aún no ha tocado fin. Sigue buscando crear una identidad nacional cohesionada, instituciones estables y unas bases económicas que unifiquen a sus diversos grupos, algo crucial para fomentar la armonía y la estabilidad política.


La construcción de Mozambique como país se remonta a las últimas décadas del dominio colonial portugués, en los años sesenta. En esa época, el primer impulso lo dieron principalmente los movimientos de resistencia y las luchas anticoloniales. Cuando surgieron los grupos nacionalistas, tenían por objeto unificar a las diversas etnias y derrocar a las potencias coloniales. La lucha por la independencia fomentó un sentimiento de identidad compartida.


Sin embargo, tras obtener la independencia en 1975, aparecieron nuevos desafíos que pusieron en jaque a la nación. El conflicto entre el partido Frelimo, que salió victorioso en la lucha por la liberación nacional frente a Portugal, y la oposición armada, Renamo, dio lugar a un largo proceso de desestabilización. Fragmentó la unidad nacional, que ya de por sí era frágil. A ello se añadieron las dificultades inherentes a fundar un Estado socialista.


Mi investigación actual se centra en cómo se representa la construcción nacional en la literatura de ficción. La literatura puede revelar matices sobre las dimensiones culturales y sociales del proceso de construcción nacional, cosa que pueden pasar por alto los análisis históricos y políticos.


He examinado la ficción posterior a la independencia, en un periodo que abarca de 1992 a 2022. El estudio ahonda en un aspecto menos explorado de la literatura mozambiqueña: el papel de la movilidad, es decir, cómo se desplaza la gente, incluyendo el uso del transporte público, los viajes y la migración.


La movilidad puede mostrar el modo en que las personas y las comunidades se orientan en los diferentes contextos sociales, económicos y culturales. Puede aportar información sobre la accesibilidad de los recursos o el impacto de las infraestructuras en la integración social. El movimiento también sirve como metáfora de las transiciones y otros retos sociales más amplios. Puede simbolizar la libertad, la lucha o el progreso en los relatos sobre la construcción nacional.

Mi investigación aborda un tema clave de estos libros: el paso de Mozambique del socialismo al capitalismo neoliberal. Expone la tensión entre los ideales de igualdad y las realidades de desigualdad, lucha económica y desintegración comunitaria.

Asimismo, pone de relieve la lucha continua por definir la identidad de Mozambique, determinada por las diversas culturas, la historia colonial, el socialismo y la globalización.

Viajes reales y simbólicos

He seleccionado cuatro novelas de importancia capital escritas por mozambiqueños. Reflejan las realidades cambiantes de este país del sur de África en las décadas posteriores a la independización.

Estas obras son Terra Sonâmbula («Tierra sonámbula»), de 1992, y O Outro Pé da Sereia («El otro pie de la sirena»), de 2006, de Mia Couto; O Comboio de Sal e Açúcar («El tren de sal y azúcar»), de 1999, del brasileño-mozambiqueño Licínio Azevedo; y Museu da Revolução (Museo de la revolución), de 2022, de João Paulo Borges Coelho.

En cada una de estas novelas, el transporte público es una fuerza motriz. Da forma a la narración y representa el complejo proceso de construcción de la nación.

Por ejemplo, en Terra Sonâmbula, Couto retrata un autobús incendiado durante la guerra civil de 1976 a 1992 que se convierte en el hogar de dos personajes. Refleja la quiebra del proyecto de modernización del Estado y la lucha por encontrar estabilidad en medio del caos.

El proyecto de modernización de Mozambique pretendía industrializar la nación rápidamente y unificarla bajo un Estado centralizado. Sin embargo, estos esfuerzos se vieron socavados por fuerzas externas. Por ejemplo, los regímenes políticos blancos de Sudáfrica y Rodesia (ahora Zimbabue) y la devastadora guerra civil de 16 años paralizaron las infraestructuras, desplazaron a las comunidades y agravaron la inestabilidad económica y social.

Muchos símbolos del progreso, como autobuses, carreteras y escuelas, se abandonaron o reutilizaron de formas que reflejaban las luchas del país por alcanzar sus objetivos posteriores a la independencia.

Terra Sonâmbula refleja el camino poscolonial de Mozambique como un camino marcado por la fragmentación y la resistencia. Muestra cómo la gente corriente se adaptó y resistió al caos de la guerra.

O Comboio de Sal e Açúcar, de Azevedo, se centra en un tren militar que transporta a civiles y soldados durante el conflicto civil. El viaje es precario, con frecuentes paradas y reparaciones, una imagen que refleja la fragmentación y la identidad destrozada de la nación. El libro también destaca la resistencia humana ante la adversidad y las dificultades para hacer realidad el proyecto socialista.

Museu da Revolução, de Coelho, presenta un coche Toyota Hiace, símbolo de la movilidad contemporánea. Encapsula la dependencia de Mozambique del capitalismo global.

Al describir el viaje del coche desde Japón hasta Mozambique, Coelho hace un comentario sobre las fuerzas internacionales que han dado forma a las estructuras económicas y sociales del país. Muestra la inserción de Mozambique en los circuitos del capitalismo mundial y sus relaciones internacionales.

Los vehículos de todos los libros representan el movimiento o el paso del tiempo, así como los obstáculos y contradicciones de la trayectoria de Mozambique tras su independización.

Según mi lectura de las novelas, la trayectoria posindependentista de Mozambique está determinada por dos cuestiones principales:

Entrada acelerada en la economía neoliberal: el país adoptó rápidamente un sistema centrado en el libre mercado, la privatización y la reducción del control gubernamental, lo que provocó problemas económicos y sociales.

Borrado de la memoria histórica: se ha producido una pérdida o descuido del pasado del país, lo que vuelve más difícil aprender de esas experiencias u honrarlas.

También sostengo que estas novelas ponen de manifiesto los sistemas injustos y los desequilibrios de poder en la forma en que Mozambique pasó a formar parte de la economía capitalista global.

Sistema capitalista global

Esta investigación aporta una nueva perspectiva sobre la literatura mozambiqueña. La movilidad en Mozambique representa una necesidad práctica y una metáfora del progreso político y económico desigual.

Símbolos como el autobús quemado, el barco varado y el tren lento reflejan la lucha del país contra el colonialismo, la guerra civil y la globalización, dimensiones que se reflejan en su sociedad desigual y en los hábitos de consumo.

La ficción capta las dificultades de la construcción nacional en un contexto de complejas fuerzas históricas y globales. Pone de relieve estos conflictos y nos permite comprender los problemas políticos, sociales y económicos de Mozambique.

Artículo firmado por Jessica Falconi, investigadora adjunta en el CEsA/CSG-ISEG (Centro de Estudios Africanos y del Desarrollo/Investigación en Ciencias Sociales y Gestión – Escuela de Economía y Gestión de Lisboa, Universidad de Lisboa).

Artículo publicado originalmente en portugués e inglés por The Conversation y traducido al español por Casa África. Traducción: Ramsés Cabrera.

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